Carmena se enfrenta al sector más radical de su gobierno

La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, está llevando a cabo una remodelación de su Gobierno forzada por las fuertes tensiones que aquejan a la formación que encabeza, Ahora Madrid. Dividida en diversos sectores (Podemos, Ganemos, Equo, IU y grupos vecinales), el equipo de gobierno ha visto cómo Carmena destituía en marzo a la concejal de Cultura, Celia Mayer (Ganemos), y este jueves despojaba al edil de Hacienda, Carlos Sánchez Mato (IU) de sus competencias en Madrid Destino, la empresa que gestiona los espacios culturales en la capital.

Carmena está moviendo ficha para intentar remodelar su heterogéneo y tenso equipo municipal. Ahora Madrid, una confluencia de fuerzas que gobierna la capital desde 2015, se enfrenta a uno de sus peores momentos con dos grandes bloques (12 ediles con la alcaldesa y 8 en contra).

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En el pasado mes de marzo, a causa de una errática gestión de la política cultural (con polémicas con la cabalgata de Navidad, el Carnaval y el mundo del teatro), la regidora destituyó a Celia Mayer como concejal de Cultura, y la relegó a un nuevo área de Política de Género. Este jueves hizo lo mismo con el concejal de Economía y Hacienda, Carlos Sánchez Mato. Miembro del ala radical, como Mayer, Mato era considerado uno de los insustituibles del Gobierno municipal. Pero también él tuvo que enfrentarse a la destitución impuesta por la alcaldesa, que le quitó la vicepresidencia de Madrid Destino, la principal entidad pública que gestiona la cultura y el turismo en la capital.

El día anterior, el Consistorio había recibido de Hacienda una carta en la que se notificaba la obligación a inmovilizar 238 millones por incumplir la Ley de Estabilidad. Mato, responsable del área económica, en los últimos meses protagonizó un pulso con el ministro Montoro sobre la legitimidad de la regla de gasto que Carmena intenta resolver. De no ser así, el Ayuntamiento podría enfrentarse a medidas coercitivas, como la disolución de la corporación local.

Las tensiones proceden de dos maneras de entender el gobierno de la ciudad. Mientras Carmena, su concejal más afín y vicealcaldesa (Marta Higueras), la concejal de Medio Ambiente (Inés Sabanés) y el coordinador de la alcaldía (Luis Cueto) aplican una política más pragmática, otros ediles se mantienen fieles a axiomas ideológicos que alimentan el enfrentamiento y pueden asfixiar a la regidora, tal y como reconocen fuentes cercanas al Gobierno.

La semana pasada, durante una votación en el pleno del Consistorio, Ahora Madrid escenificó sus fracturas. Se votaba sobre una condena al ataque de la CUP a la sede del PP en Barcelona. Ocho ediles del Gobierno local salieron del pleno en signo de protesta con lo que consideran la instrumentalización de un "conflicto político". La alcaldesa y otros 12 concejales asistieron impotentes a este "desafío", según lo definen algunos concejales de Madrid.

Ganemos, la plataforma vecinal que dio vida a Ahora Madrid junto a Podemos, puso negro sobre blanco su malestar. Calificó en su último comunicado de "presidencialista" la gestión de la alcaldesa y denunció la deriva "tecnocrática" del Gobierno. Esta formación, que integra a tres ediles de IU, se solidariza con Sánchez Mato y Mayer, y cada vez manifiesta más su rechazo a los planteamientos de Carmena. "Nos gustaría influir más en sus decisiones", afirman algunos portavoces de este grupo.

En el ecuador de su mandato, la alcaldesa no esconde su cansancio. Y Podemos, que de momento es el grupo más fiel a la regidora, le brinda un apoyo calculado. La formación de Pablo Iglesias, que en Madrid cuenta con seis concejales, en su mayoría errejonistas, se aparta de la contienda. Mira ya oficialmente al tiempo poscarmena asumiendo que "el cambio no puede realizarse en cuatro años". Evita así entrar en un enfrentamiento que podría desgastarlo.