El 32% de los atendidos por Cruz Roja por pobreza tiene trabajo
El informe anual de la entidad muestra que la pobreza crónica afecta a cuatro de cada diez usuarios de proyectos sobre precariedad
La crisis económica, aunque da señales de que se aleja, ha dejado nuevos perfiles de pobreza, entre ellos, los trabajadores que no llegan a fin de mes. El Observatorio anual de la Cruz Roja publicado este jueves muestra que el 32,1% de las personas que fueron atendidas en programas contra la pobreza tiene trabajo, de los que tres cuartas partes lo hace con contrato. "Este fenómeno era impensable hace diez años, esto demuestra que las personas a las que la crisis convirtió en pobres no lo tienen fácil para cambiar la situación", afirma Anna Sabaté, una de las autoras del informe.
La Cruz Roja ha querido poner el foco, en esta edición del Observatorio, en las personas que acumulan, a causa de la recesión económica, al menos tres años con un nivel de vida por debajo del umbral de la pobreza. Estos son los afectados por una situación crónica, que ya sufren cuatro de cada diez usuarios de Cruz Roja. "Antes de la crisis teníamos una pobreza estructural, pero ahora no tenemos un único perfil de personas pobres", explica Sabaté.
El informe de Cruz Roja se redacta a través de 1.142 encuestas sobre la muestra de 12.000 usuarios atendidos en programas contra la precariedad. Una de ellas, Purificación Sánchez, se quedó en paro con 57 años con una familia formada por su pareja, ella y cinco hijos, cuatro de ellos también sin trabajo.
Puri, así es como la conocen los trabajadores en la Cruz Roja, consiguió vencer el círculo vicioso al retomar la vida laboral con un empleo en el sector de la limpieza que encontró gracias a un curso de la institución solidaria. Sin embargo, tiene presentes los malos momentos que pasó por “todo lo que se deriva del paro”: “Sentía una frustración grandísima al no poder ayudar a mis hijos, y en más de una ocasión pensé en tirar la toalla”, cuenta quien, no obstante, asegura que su actitud de “mujer fuerte y resuelta” la llevó a tirar adelante.
Alerta por las pensiones
Esta usuaria es una de tantas que, como explica, siente que no tiene cabida en la sociedad al ser una parada relativamente mayor. El estudio constata de que la pobreza sigue estando muy segmentada y focalizada en las mujeres y en los mayores de 45 años.
La autora alerta del peligro de la combinación de pobreza crónica con malas jubilaciones: “Las personas que se sostenían con la pensión de 1.000 euros de sus padres no han cotizado lo suficiente para tener ellos mismos una jubilación, y esto se verá en los próximos años”. Según sus cálculos, el 40% de sus usuarios no tendrá pensión de jubilación. El escenario que refleja el Observatorio lo protagoniza una población envejecida y con salarios, de media, de 600 euros. Un 52,4% de los usuarios que trabajan tiene, además, deudas pendientes.
La situación no mejora si se pone la lupa en el otro extremo demográfico. “La ocupación juvenil, aunque sube, no tiene calidad”, añade la autora del informe, que reivindica como solución una renta mínima que garantice la cobertura de necesidades básicas.
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