Condenado a 16 años y medio el hombre que mató por celos a un vecino de Llançà
El asesino prendió fuego al cadáver para destruir las pruebas
La Audiencia de Girona ha condenado a 16 años y medio de cárcel a Marlon Castro Pedroza, el hombre de nacionalidad hondureña de 32 años que el pasado 17 de marzo de 2014 mató a golpes y cuchilladas a otro vecino de Llancà. Para eliminar las pruebas, el asesino prendió fuego al cadáver, lo que provocó un pequeño incendio en una zona de matojo en el Massís de l’Albera. Junto a Castro, condenaron tres mujeres implicadas fueron condenadas a entre uno y cinco años tras llegar a un acuerdo. El condenado mató al vecino "por motivos de celos", según el fiscal, ya que que la víctima mantenía una relación sentimental con la expareja de Castro.
El Jurado popular ya había emitido el veredicto de culpabilidad de un delito de asesinato. Finalmente la sentencia de la Sección tercera de la Audiencia de Girona, de la que ha sido ponente el magistrado Juan Mora, le ha condenado a 15 años y un día por el crimen y a un año y medio por el incendio.
La sentencia considera probado el 17 de marzo, Dolors Folch, una amiga del asesino, recogió a la víctima y con la excusa de "cerrar un negocio en la venta de drogas" lo llevó a un lugar alejado en Sant Miquel de Colera. Allí les estaba esperando el acusado, quien movido lo abordó por sorpresa, le empezó a pegar y le acuchilló hasta siete veces.
Tras el crimen, otra amiga de Catro, Esther Puig, le facilitó ducha y ropa y hacia las nueve de noche le acompañó a una gasolinera de Figueres para comprar una garrafa de gasolina. Volvieron donde estaba el cadáver y le prendieron fuego. La madre de Ester, Carmen del Castillo, le acompañó en su huida a Valencia.
A Carmen del Castillo, a quien le pedían 3 años por encubrimiento, se le rebajó la pena a un año y medio y a su hija Esther Puig, que estaba acusada de inductora de asesinato y de un delito de incendio y se enfrentaba a 15 años, la condenaron a 3 años y medio por encubrimiento e incendio. A Dolors Folch, para quien el fiscal pedía 20 años por cooperadora necesaria en el crimen, se le rebajó a 5 años por lesiones en concurso con un homicidio imprudente.
El fiscal recordó que el acusado, que llegó a Llançà en 2011 y que estaba en situación irregular desde entonces, se dedicaba al tráfico de drogas. También que había sido condenado por violencia de género y por asesinato, por lo que solicitó que se le cambiara el último tercio de la pena por la expulsión del país.
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