Puigdemont prevé una “venganza” del Estado si el ‘no’ gana en el referéndum

El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha abierto hoy la virtual campaña por el sí en el referéndum del Partit Demòcrata Europeu Català (PDeCAT) advirtiendo que el Estado responderá a una victoria del no con "la venganza", que cristalizará en una amenaza sobre "el modelo educativo, sobre el modelo lingüístico y el económico y social de Cataluña". El presidente catalán ha vuelto a lamentar el hecho de que el Gobierno central se niegue a sentarse a dialogar y negociar y que, en contra de ello, apueste por "una amenaza bien alta" a todos aquellos que trabajan para celebrar el referéndum.

Puigdemont ha afirmado ante más de un millar de personas que desde las instancias del Estado "están dispuestos a todo, sin límite" para evitar que Cataluña celebre la consulta independentista prevista para antes de que concluya el próximo mes de septiembre. Ha asegurado que el ejecutivo central tiene "un miedo cerval" a asumir el referéndum y ha lamentado que no estén dispuestos a "convencernos" de que Cataluña no se independice del resto de España. Como ya ha hecho en otras ocasiones, ha contrapuesto la posición del Gobierno de Mariano Rajoy con la que mantuvo el Ejecutivo británico cuando permitió la celebración del referéndum escocés, en el que formuló una contraoferta e hizo campaña por la continuidad de Escocia en Reino Unido, como así se acabó decidiendo en las urnas.

Celebrado en el vestíbulo del Teatre Nacional de Catalunya, el acto era el mayor que celebra el PDeCAT desde su fundación. No solo era el inicio de la virtual campaña por el referéndum --a la espera de que el Govern le ponga fecha y lo convoque la formación ha iniciado una precampaña denominada "Decidamos sí"--, sino la demostración en un acto ante las bases de que la formación es la única que tiene entre sus filas a condenados por poner urnas. Los inhabilitados para ejercer cargo público Artur Mas, Joana Ortega, Irene Rigau y Francesc Homs por su participación en el 9-N han copado buena parte del protagonismo del acto.

La consulta independentista ha tenido mucho protagonismo en el acto. Todos los discursos han tomado el proceso participativo de 2014 como embrión del proceso independentista en el que está inmerso el Gobierno catalán. Marta Pascal, la actual coordinadora general del PDeCAT, que hoy afrontaba su primer acto masivo desde que dirige la formación, ha dado muestras de agradecimiento a los condenados por hacer lo que "algunos pensaron que no sería posible".

Una de las personas más aclamadas ha vuelto a ser el presidente de la Generalitat, Artur Mas, quien ha destacado que el 9-N se hizo pese a las amenazas y ha llamado a obviar las promesas que el martes haga el presidente del Gobierno central, Mariano Rajoy, a Cataluña. Y lo ha dicho con una frase que ha sido celebrada por el público: "Hemos dejado de ser súbditos del Estado español para ser ciudadanos de Cataluña".

El éxito del acto del partido como ejercicio de autoafirmación frente a sus rivales es más cuestionable. El lugar escogido no permitía comparaciones con el acto organizado por Esquerra, que a principios de marzo logró congregar a unas 5.000 personas. Para evitar comparaciones, la formación ha preferido dar protagonismo a las condenas por el 9-N. Los cuatro afectados han tenido su turno de palabra, empezando por Francesc Homs, que ha recalcado que sin la consulta independentista del 9 de noviembre de 2014 "no habría ni Junts pel Sí, ni 27-S, ni Gobierno independentista presidido por Carles Puigdemont y no estaríamos ahora en la decisión final del referéndum". Ha sido una de las muchas declaraciones que han levantado al público de sus asientos (el que disponía de silla).

Al acto han acudido buena parte de los consejeros neoconvergentes de la Generalitat, además de su dirección en pleno y los miembros de sus grupos parlamentarios. También estaba en las primeras filas miembros de las organizaciones independentistas Òmnium y de la Asamblea Nacional Catalana, entre ellos el presidente de esta última, Jordi Sànchez.