Montull: “Pasamos del 3% al 4% porque Convergència quería más dinero”
El 'ex número dos' del Palau acorrala a CDC con más detalles de la financiación ilegal y admite que se reunió con Germà Gordó tras la muerte del primer tesorero
Jordi Montull ha dado este jueves la puntilla a Convergència Democràtica de Catalunya (CDC). El ex número dos del Palau de la Música no solo ha ratificado la confesión del día anterior de Fèlix Millet y de su hija Gemma Montull, sino que ha ido más allá y ha ofrecido detalles significativos de la financiación ilegal del partido de Artur Mas. Montull ha revelado, entre otras cosas, que inicialmente la comisión se fijó en el 3% del importe de adjudicación de grandes obras públicas, y que posteriormente ese porcentaje se elevó al 4%. "¿Por el coste de la vida?", le ha preguntado, con sorna, el fiscal anticorrupción Emilio Sánchez Ulled. "No. Porque Convergència quería más dinero", ha respondido, sonriente, Montull.
A diferencia del expresidente del Palau de la Música, Montull sí ha recordado una reunión que se produjo tras la muerte, en 2005, del tesorero de Convergència Carles Torrent. Antes del nombramiento de su sucesor, Daniel Osácar, los máximos responsables de la institución catalana se reunieron en el hotel Diplomàtic de Barcelona con dos cargos del partido: el exdiputado Jaume Camps y el exgerente y exconsejero de Justicia Germà Gordó, hombre de la máxima confianza de Mas. Millet no recordó haber mantenido ese encuentro. Montull sí, aunque ha matizado que, pese a la coincidencia de fechas, "no se habló de dinero". "A lo mejor fue porque yo estaba delante, pero se habló, así por encima, de política, y también de fútbol", ha dicho, de nuevo, con una sonrisa.
La Fiscalía sostiene que Ferrovial y Convergència sellaron un "acuerdo criminal", de forma que la constructora pagaba comisiones al partido a cambio de la adjudicación de grandes obras públicas (la Ciudad de la Justicia, la línea 9 del metro de Barcelona) durante el último Gobierno de Jordi Pujol. Ferrovial -que niega los hechos- camuflaba esos pagos ilegales como "donaciones" altruistas a la institución musical. Millet y Montull ejercían de intermediarios y se llevaban una parte de la comisión total del 4%: el 1,5% era para ellos y el resto (2,5%) para el partido. Las comisiones a Convergència ascienden a 6,6 millones de euros, según la acusación pública.
"Contaba el dinero y se iba"
A preguntas del fiscal, Montull ha revelado detalles de una de las formas más habituales de hacer llegar el dinero a Convergència: mediante pagos en efectivo a los tesoreros (3,7 millones en total) que se extraían de las cuentas del Palau. Hasta 2005, ha explicado, Millet se ocupaba en persona de ello. Recibía a Torrent en su despacho y le pagaba. "No sé si era el tesorero, yo le decía el recadero".Daniel Osácar -único acusado de Convergència en el juicio del caso Palau- tomó el relevo de Torrent y Montull pasó a ocuparse de los pagos. "Osácar venía a buscar el dinero al Palau. Yo tenía el dinero a punto en un sobre, él lo recogía, lo contaba y se iba".
Los altos cargos del partido han quedado, un día más, fuera del radar. "¿Millet o usted trataban con alguien por encima del tesorero?", ha inquirido el fiscal. "Yo no lo sé. Sé que él [Millet] tenía conversaciones, pero no lo sé. Solo estuve en la reunión [del hotel Diplomàtic], pero no se habló de dinero".
Montull no ha sabido dar tantos detalles de las otras dos vías de entrada del dinero. Una, la existencia de "facturas falsas". "Millet le pidió a Convergència que nos hiciera facturas para justificar las salidas de efectivo", ha dicho el ex número dos del Palau, en línea con lo que, la víspera, había declarado su hija Gemma. Y la otra, la firma de convenios -que el fiscal tilda de "aparentes"- con la fundación Trias Fargas, afín a Convergència.
Las confesiones de los Montull y (más tenue) del propio Millet no flotan sobre la nada, sino que ratifican los indicios ya acumulados por la investigación. La Fiscalía tiene en su poder multitud de anotaciones, halladas en los registros del Palau de la Música de 2009, que apuntan ya ese pago de comisiones. Montull ha reconocido la veracidad de esos documentos y los ha vinculado, sin dudas, a la financiación ilegal de Convergència a cambio de obra pública. "¿Por qué ha querido declarar ahora la realidad de lo que sucedió?", le ha preguntado Sánchez Ulled. "Porque mi hija está acusada de cosas que no son verdad".
Los Montull se han abierto a colaborar a cambio de una rebaja de pena. Gemma Montull afronta, por ejemplo, una petición de 26 años de cárcel. Gracias a la confesión, podría quedar en solo dos, lo que le permitía eludir el ingreso en prisión. También en línea con la hija, Montull ha reiterado este jueves que, pese a su cargo como directora financiera, Gemma Montull "no tenía ninguna capacitación para resolver nada". Y ha apuntado hacia Millet: "Millet rea el que mandaba absolutamente en el Palau. A mí me llamaban el bombero, porque solucionaba los problemas".
Osácar: "Se ha mentido y mucho"
Osácar ha declarado después de Montull y ha negado los hechos con vehemencia. "Aquí se ha mentido. Y mucho. Se han hecho afirmaciones sobre mi persona totalmente falsas", ha dicho el extesorero, visiblemente molesto. Ha explicado que solo acudía al coliseo modernista a "firmar los convenios" entre el Palau y la Trias Fargas, la fundación afín a Convergència. Montull le pagaba por esos convenios -“siempre con un cheque nominativo”- y se iba. “Evidentemente, sin billetes en el bolsillo”.
La Fiscalía pone en duda la realidad de esos convenios de colaboración. Cree que camuflaron, en realidad, parte de los pagos de Ferrovial al partido. Osácar, sin embargo, ha replicado que sirvieron para “difundir la cultura catalana”. El Palau vio en Convergència -y en los 600 ayuntamientos que entonces gobernaba- "un medio para tener más difusión y peso en Cataluña". Y para procurar que, por ejemplo, "en las fiestas mayores de los pueblos no pusieran solo música andaluza", sino también "unas sardanas, una música coral, la actuación de un esbart...".
Osácar se ha presentado como un patriota. “Mi actitud ha sido de servicio al país, y entendí que podía hacerlo a través del partido”. Milita en CDC desde 1982. Cuando se jubiló, empezó a colaborar con el partido. Tras la muerte del tesorero Torrent en 2005, el gerente de la formación, Germà Gordó, le propuso ocuparse de las finanzas. “Me dijo que se había producido un vacío, y que mi perfil de persona, experto en temas mercantiles y que llevaba muchos años de militante...” Al principio se negó. Pero Gordó “insistió” y aceptó el cargo -y el de administrador de la Trias Fargas- de forma “temporal”. A preguntas de su abogado, ha explicado que reportaba los temas a Gordó.
El extesorero ha insistido en que ni siquiera conocía a Millet -"solo por los medios de comunicación, porque era un hombre importante de Barcelona"-, que tenía reuniones exclusivamente "formales" con Jordi Montull y que nunca se ha reunido con los dos directivos de Ferrovial acusados en el caso Palau. "Los he visto por primera vez estos días, en el juicio". “¿Obra pública? Escuche, no sé nada, ni media palabra. Se lo digo de verdad”. “Pues mire”, ha replicado el fiscal, “no me lo creo”.
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