La línea 8 de Metro cierra por reformas durante casi tres meses
Las obras se realizarán del 26 de enero al 18 de abril y afectarán a 47.500 usuarios diarios
La Línea 8 del metro de Madrid (la de color rosa), que une Nuevos Ministerios con el aeropuerto de Barajas, permanecerá cerrada durante 83 días por reformas. Las obras, con un presupuesto de 20 millones de euros, comenzarán el 26 de enero y terminarán el 18 de abril. La Comunidad habilitará tres servicios gratuitos de autobús durante el cierre de una línea que transporta a unos 47.500 pasajeros diarios. Los trabajos, que se realizarán sin descanso en los 16 kilómetros de longitud, mejorarán la velocidad de los trenes y eliminarán las filtraciones de agua en la plataforma de la vía.
La Empresa Municipal de Transportes (EMT) se encargará de cubrir los tres servicios de autobuses gratuitos, aunque ninguno hace el recorrido completo de la línea. El primer itinerario contará con 10 autobuses y cubrirá el trayecto entre Mar de Cristal y la T-2 del aeropuerto con frecuencias de seis a siete minutos. El segundo dispondrá de dos autobuses y discurrirá entre las estaciones de Colombia y Pinar del Rey, con viajes de 11 a 13 minutos. Y el tercero, que tendrá ocho vehículos, cubrirá el trayecto entre Mar de Cristal y la T-4 del aeropuerto cada siete minutos.
El horario de estos servicios será el mismo que el del metro, desde las 6.00 hasta la 1.30. En total, se crean 150.000 plazas de autobús con un coste superior al millón de euros, según confirmó el consejero de Transportes, Pedro Rollán. También se incrementará el servicio en la Línea 4 del metro (que pasa por Mar de Cristal) y la línea C-1 de cercanías entre Chamartín y Barajas. La frecuencia pasará a ser cada 15 minutos en vez de los 30 habituales. Además, la EMT aumentará el servicio del autobús exprés que une la estación de Atocha con Barajas.
Rollán ha explicado que las obras implicarán una mejora de la plataforma de vía: “Se va a eliminar el agua que se acumula por filtraciones inyectando hormigón y sustituyendo todos los tacos de vía (con el cambio de 80.000 placas). También se va a renovar el sistema de fijación de la plataforma”. El pozo de bombeo se renovará con su impermeabilización y se revisarán y se mejorarán las salidas de emergencia. Con estas obras, se incrementará la velocidad de la línea (que en algunos tramos alcanza los 100 kilómetros por hora) y se reducirá el gasto en mantenimiento.
Mientras que la Línea 1 de metro afectó a más de 250.000 usuarios diarios, la Línea 8 la usan unos 47.500. Pese a la diferencia, Rollán aclaró que “no se han escatimado esfuerzos ni medios a la hora de programar las obras y la campaña de comunicación a los usuarios”. La Comunidad repartirá 200.000 folletos informativos y reforzará el personal para informar sobre las obras y las alternativas de transporte.
Cuando finalicen estas obras, será el turno de la Línea 5 (Casa de Campo-Alameda de Osuna), que cerrará entera al público por obras a partir de julio o agosto, aunque el consejero ha señalado que no hay “un día exacto” para el comienzo de las obras.
Aumento de 4,5 millones de usuarios de transporte público
El uso del transporte público subió en 4,5 millones de viajeros durante la Navidad; un incremento del 4,01% con respecto al mismo periodo del año pasado, según informó el consejero de Transporte, Pedro Rollán. Este año, el Ayuntamiento decidió limitar el acceso a la Gran Vía al tráfico de coches, permitiendo solo residentes y servicios públicos durante gran parte del mes de diciembre, un total de 30 días, en tres tramos, entre el 2 de diciembre y el 8 de enero. El consejero tachó de “obsoletas” las medidas decretadas por el Ayuntamiento para reducir la contaminación. “París prohíbe circular a los vehículos más contaminantes y es más eficaz”, señaló Rollán.
La alcaldesa de Madrid, Menuela Carmena (Ahora Madrid), también mostró ayer por la mañana en TVE su intención de acabar con los coches diésel en 2025: “Suponen un atentado a la calidad del aire”. La alcaldesa se comprometió a trabajar por la consecución de este objetivo: “El diésel contamina mucho”.
El consejero de Transportes mantuvo que la alternancia de transportes había sido “muy positiva”. Rollán hizo hincapié en que el 82% de esos viajeros (3,7 millones) han elegido el Metro para moverse por la ciudad. “Una vez más es Metro quien se echa la responsabilidad a sus espaldas para transportar a todos los que visitan Madrid y a todos los madrileños”, dijo el consejero. Medio millón de personas se movió por la capital en Cercanías mientras que 300.000 optaron por los autobuses de la Empresa Municipal de Transportes (EMT).
El consejero resaltó el refuerzo “del 50%” realizado por Metro, lo que supuso un coste de 9,5 millones de euros.
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