Santo Tomás llena San Sebastián y Bilbao como una marea
La feria de Bilbao estaba custodiada por una presencia policial notable
El invierno ha llegado hoy a Bilbao y San Sebastián acompañado de la feria de Santo Tomás, una cita que como cada año, ha congregado a miles de personas y, así, la masiva afluencia ha inundado las calles del centro y la parte vieja de ambas capitales. En Bilbao, custodiados por una presencia policial notable, los tejadillos rojos de las casetas han quedado cubiertos esta mañana por las copas amarronadas y anaranjadas de los árboles que pueblan la orilla vieja del Arenal, que hoy, alimentado por 'trikitrixas', 'txalapartas' y 'txistularis', ha rebosado multitud.
Los asistentes han sido "mayoritariamente mayores, que son los que compran verdura, y ya a la tarde vienen más los jóvenes a tragos", ha comentado Adela Andikoetxea, regente de un puesto en la Plaza Nueva donde la mañana ha transcurrido "muy bien" y se han vendido "especialmente puerros y berzas". Las verduras se han intercalado en los tenderetes, del mismo modo que las bolsas con los paraguas en los brazos de los viandantes, con quesos, morcillas, o legumbres de todo tipo y procedencia, "aunque las que más suelen gustar son las alubias tolosana y gernikesa", ha sostenido Andikoetxea, feriante desde hace treinta años.
El bocado ha ocasionado este año disconformidad por su precio de 5 euros y condición entre varios de los visitantes, como los portugalujos Pedro Ruiz y Luis García, quienes lo han encontrado "súper fino, duro y caro como siempre". Del mismo modo, las hermanas Gloria y Celia Sainz, han preferido comprar algunos chorizos y "hacerlo en casa" pues, "el talo en Santo Tomás no es muy allá", ha comentado Gloria. "Comparando con otros años, han bajado la calidad o los hacen industriales", ha considerado Ruiz. En San Sebastián, miles de personas han inundado las calles del centro y la Parte Vieja de San Sebastián para degustar por Santo Tomás la tradicional txistorra, que se cocina en decenas de puestos y cuyo olor comparte protagonismo con "Potxola", la cerda más gorda de la historia de la feria donostiarra.
La feria ha contado este año con un total de 216 puestos de venta, 53 de txistorra, 16 de talo, 19 de repostería, 16 de queso y lácteos, y el resto de pan, dulces y otro tipo de alimentos, además de 56 puestos artesanía. Criada como en años anteriores en el caserío Arro de Leitza (Navarra), "Potxola" ha aguantado, adormilada, las miradas y flashes de miles de personas que han culminado su periplo festivo ante el redil instalado en la plaza de la Constitución en el que ha reposado sus 408 kilos. Aunque la comida es el tema principal de la feria -el año pasado se vendieron casi 9.500 kilos de txistorra y unos 30.000 litros de sidra-, Santo Tomás tiene otros muchos alicientes, ya que el Ayuntamiento elabora un amplio programa festivo.
El de este año incluye algunas novedades respecto a ediciones anteriores, como dos nuevos campeonatos femeninos de deporte rural, de aizkolaris y pelota a mano, y una serie de actividades divulgativas sobre alimentos autóctonos organizadas por la Red de Museos Enogastronómicos de Euskadi. La presencia de las mujeres en las habituales citas con el deporte rural ha sido reforzada con la I Copa de Oro Femenina de Aizkolaris, celebrada en la plaza de la Trinidad. El mismo emplazamiento ha acogido el I Torneo Femenino de Pelota a Mano. La feria incluye las habituales exhibiciones de animales, concursos de txistorra, hortalizas, miel o espantapájaros, así como animación con kalejiras o bertsolaris.
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