Un año para conocer, sin complejos, a Puig i Cadafalch
Congresos y exposiciones celebrarán en 2017 los 150 años del arquitecto modernista
Arquitecto, constructor de un buen número de reconocidas obras modernistas en Barcelona y la comarca del Maresme. Arqueólogo, impulsor de trabajos como las excavaciones del yacimiento grecorromano de Empúries desde 1908. Historiador del arte, sobre todo del románico, al que ayudó a redescubrir a comienzos del siglo XX, y político, con cargos como presidente de la Mancomunidad de Cataluña entre 1917 y 1923, cuando hizo famoso su lema "carretera y piedra". Demasiadas y diversas cosas confluyen en Josep Puig i Cadafalch (Mataró, 1867-Barcelona, 1956) y no todas se conocen y se han estudiado lo suficiente; como su faceta constructiva del que solo se conoce su periodo como arquitecto modernista, pero no los trabajos en los que participó después de la guerra civil que no pudo firmarlos tras ser represaliado por el franquismo. Tampoco existe un corpus de los edificios del que fue calificado por sus contemporáneos como “el poeta de las piedras”. Para solucionarlo están la conmemoración de aniversarios y centenarios. Es lo que piensan más de veinte entidades y administraciones, encabezadas por la Generalitat, las cuatro diputaciones y los ayuntamientos de Barcelona y Mataró que se han aliado para conmemorar durante 2017 los 150 años del nacimiento y 100 de la presidencia de la Mancomunidad de Puig i Cadafalch.
La celebración, comisariada por la catedrática Mireia Freixa y el arqueólogo Eduard Riu-Barrera cuenta, de partida, con 450.000 euros que aportan la Generalitat, Diputación de Barcelona y Ayuntamiento de Mataró, localidad en la que este miércoles presentaron (en el salón de sesiones que Puig también reformó) los actos y exposiciones previstas a lo largo del año por el consejero de Cultura Santi Vila que destacó que pocos “encarnan tan bien en Cataluña el desafío de la modernidad", además de resaltar que "no siempre ha sido cómodo de revisar, por lo que es una buena oportunidad de estudiarlo, sin apriorismos, porque seguro que será muy aleccionador para entender la complejidad de la época y, seguramente, la nuestra”, y el alcalde de la ciudad David Bote, entre otras autoridades, como Jaume Ciurana, miembro de la Comisión Ejecutiva de la diputación barcelonesa.
Entre los actos presentados, muchos de ellos con fechas por confirmar, destacan el gran acto institucional de obertura que presidirá Carles Puigdemont en el Palau de la Generalitat en la que se leerán fragmentos de sus textos políticos e históricos; un congreso para poner al día sus múltiples facetas, sin obviar su delicado papel político, cuestionado tras declarar que la dictadura de Primo de Ribera era necesaria, algo que le marcó “como una losa”, según Freixa, pese a que al poco tiempo manifestó que había sido un error decirlo; y, al menos, dos exposiciones, una en Mataró que muestra cómo esta ciudad fue el punto de partida de su trayectoria profesional (fue su arquitecto municipal y creó su sistema de alcantarillado) y política. La segunda muestra que ofrecerá, a partir del 14 de diciembre, el Museo de Historia de Catalunya y el Arxiu Nacional de Catalunya (ANC), una exposición monográfica y de síntesis que servirá para superar la última gran exposición dedicada a él que se celebró en 1989 en el Palau Macaya, una de sus obras barcelonesas, junto con la Casa Amatller, Casa Ramona, el Palau Macaya o la Casa de las Punxes, Can Serra, sede actual de la Diputación de Barcelona o las cuatro columnas situadas en la Avenida Maria Cristina construidas en 1919 y derribadas en 1928 y reconstruidas en 2011 que han sido adoptadas como símbolo de la celebración, según explicó Freixa.
Durante 2017 se procederá, también, a la digitalización del prolijo fondo documental vinculado con Puig, entre ellos 10.000 dibujos y planos que están depositados desde 2006 en el ANC. “Su producción es extensísima y no toda es conocida”, explicó Freixa.
Tras la presentación se vivió un primer acto de las múltiples visitas previstas el próximo año, cuando los participantes visitaron la casa Coll i Regàs de Mataró (una de sus obras más destacadas en el Maresme junto la reforma de la coqueta y acogedora tienda La Confianza y, en Argentona, la casa Puig i Cadafalch) cuya fachada se ha restaurado recientemente. Casa Coll es una mini Casa Amatller, no solo en su fachada, sino en muchos de los detalles de su interior como la decoración de las paredes o el rico lavamanos de cerámica situado junto al comedor, en las que Puig i Cadafalch puso en práctica muchos elementos que luego trasladó a Barcelona a la manzana de la discordia.
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