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Millo ofrece a Puigdemont recuperar el diálogo bilateral

La Generalitat replica que "el diálogo se práctica, no se predica" y pide que se incluya el referéndum

El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont y el nuevo delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo.
El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont y el nuevo delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo.Joan Sánchez

El delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo, ha ofrecido este viernes a Carles Puigdemont que se recupere el diálogo institucional a través de la comisión mixta de transferencias Estado-Generalitat, que no se convoca desde hace años, así como de las conferencias sectoriales. Millo se ha reunido durante dos horas con el presidente catalán y ha insistido en su voluntad de enterrar la era del enfrentamiento entre administraciones “con lealtad y sinceridad”. La Generalitat rebajó el optimismo, aseguró que había sido un encuentro protocolario y replicó que “está bien hablar de diálogo pero lo que está bien es practicarlo”.

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La Generalitat reclama una relación bilateral con el Gobierno de Madrid, “porque la hemos ganado en las urnas y la calle”, dijo la vicepresidenta y portavoz, Neus Munté. Es un bilateralidad muy distinta a la que ofreció Millo y que pasa, según el Gobierno catalán, porque hablarle de tú a tú al Estado y que Cataluña no sea tratada como una comunidad autónoma más.

Por ese motivo, Puigdemont no asistirá a la próxima conferencia de presidentes autonómicos, aún por convocar, al considerar que ese marco de relación ya está superado. Millo le reclamó que reconsidere su anunciada ausencia, pero Munté insistió en que es definitiva.

En ese ofrecimiento de diálogo que tanto reiteró, el delegado del Gobierno se mostró dispuesto a hablar de todo e hizo suya la sugerencia de Puigdemont de evitar las “líneas rojas” y poner sobre la mesa la negociación de las 46 reclamaciones que Puigdemont planteó a Mariano Rajoy en abril de este año.

“Empecemos por eso y no pongamos por delante la única cuestión que queda fuera de las reglas del juego”, dijo Millo, en referencia a la imposibilidad de negociar el referéndum sobre la independencia.

Munté replicó que “está bien hablar de diálogo pero lo que está bien es practicarlo”. La Generalitat entiende el diálogo como un “todo” que incluye también la consulta. La vicepresidenta recordó que aún está pendiente de celebrarse la entrevista solicitada hace días por el vicepresidente Oriol Junqueras a la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, por un lado, y otra que reclamó Puigdemont a Rajoy cuando le telefoneó para felicitarle por su investidura como presidente.

Millo admitió que hay cuestiones que pueden negociarse directamente con la Generalitat y que otras deben discutirse en comisiones multilaterales, un escenario que se rechaza en la plaza de Sant Jaume. De ahí, por ejemplo, el suspense que mantuvo hasta última hora el vicepresidente Junqueras sobre si asistiría o no al consejo de política fiscal y financiera del jueves.

El delegado del Gobierno insistió en la necesidad de “romper barreras y distancias”, buscar “soluciones concretas” y abrir “una nueva etapa”, para que “esa distancia de 600 kilómetros que hay entre Barcelona y Madrid se reduzca a los metros que separan la Delegación del Gobierno y el Palau de la Generalitat”.

Munté replicó que esas palabras están muy bien, y que Millo supone una “diferencia notable” en relación Llanos de Luna, cuya etapa se caracterizó por la “judicialización y persecución de cargos electos” por decisiones relacionadas con el proceso soberanista. De ahí la existencia de una “contradicción”, según el Gobierno catalán, entre lo que se predica y lo que se practica.

Y para muestra, la citación judicial de Carme Forcadell, presidenta del Parlament, para declarar como investigada el próximo día 16 por permitir que se votaran las conclusiones de la comisión del proceso constituyente, o la aprobación de un impuesto sobre bebidas azucaradas por parte del Gobierno que había anunciado con anterioridad la Generalitat. O la negativa a aceptar el aumento del techo de déficit que propuso la Generalitat el pasado jueves.

Horas antes del encuentro, Millo parafraseó a Puigdemont pidiéndole “dialogo o diálogo” en el acto de celebración del 38 aniversario de la Constitución. Que la representación que envió la Generalitat fuera la directora general de Relaciones Exteriores, Maria Badia, no es anecdótica. Carlos Carrizosa, portavoz de Ciudadanos, fue el único dirigente político ajeno al PP que acudió.

 

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