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Así lavó su fortuna el jefe de los ultras del Barça

Ricardo Mateo, líder de los Casuals, blanqueó 800.000 euros con negocios de camisetas, décimos de lotería y cuentas en Andorra

Ricardo Mateo, entre dos 'mossos', en un juicio contra los Casuals en 2012.
Ricardo Mateo, entre dos 'mossos', en un juicio contra los Casuals en 2012.MASSIMILIANO MINOCRI

Ricardo Mateo ha liderado los Casuals, la facción más violenta de los Boixos Nois del Barça, desde los años 90. En dos décadas, ha sido condenado por extorsionar, traficar con drogas, dar palizas por encargo y robar a narcos, entre otros delitos ligados a la violencia ultra. A sus 45 años, Mateo también ha usado su liderazgo para acumular una fortuna que ha tratado de mantener oculta. La Fiscalía ha puesto al descubierto, por primera vez, la extensa red de blanqueo de Lucho, que llegó a abrir cuentas en el mismo banco de Andorra donde la familia Pujol guardaba su dinero.

Mateo afronta una petición de cinco años de cárcel por blanqueo de capitales. Sus ingresos desde hace casi dos décadas proceden “de forma exclusiva de la actividad delictiva” de los Casuals, según una investigación por blanqueo de los Mossos. La Fiscalía acusa también a su mujer, Eva C., de 43 años, y pide para ella tres años de cárcel porque era “perfecta conocedora” del “origen ilícito” del dinero. Entre los dos pusieron en marcha la red de blanqueo: abrieron una tienda dedicada a la venta de camisetas de estética neonazi; ingresaron dinero procedente de un supuesto billete premiado de Lotería; compraron coches y motos e invirtieron en acciones de Endesa o Altadis. La cifra total asciende a casi 800.000 euros.

'Lucho' depositó el dinero en el mismo banco que la familia Pujol

Andorra ha sido el refugio en el que, tradicionalmente, la clase burguesa catalana poco amiga de pagar impuestos ha depositado sus ahorros. Mateo no quiso ser menos y empezó a trasladar dinero allí en 1998, cuando abrió una cuenta de gestión de fondos de inversión. Cuatro años más tarde, abrió otra en Andbank. La entidad no advirtió que el dinero procedía del botín delictivo de los Casuals, un frente de animación que nació en las gradas del Camp Nou y que se convirtió, con el tiempo, en un grupo de delincuencia organizada férreamente liderado por Mateo.

Una juez de Barcelona envió una comisión rogatoria a Andorra para conocer el patrimonio oculto de Mateo en septiembre de 2014, casi al mismo tiempo de que otra juez hiciera lo propio con la familia Pujol. Andbank informó de que Mateo había cancelado sus cuentas y de que los saldos (que llegaron a acumular 256.950 euros) había “desaparecido”. De la investigación andorrana deriva esta nueva acusación contra Mateo, aunque lo cierto es que la indagación patrimonial del líder de los Casuals comenzó en 2009. Los Mossos d'Esquadra andaban entonces tras él por extorsionar a dueños de locales de ocio nocturno para hacerse con el negocio de la seguridad privada. Un año después le detuvieron.

Mateo abrió una tienda en la avenida Riera Blanca, en el límite entre L’Hospitalet y Barcelona y no lejos del Camp Nou, para vender camisetas de la marca Thor Steiner, que se convirtió en el uniforme oficial de muchos de los aficionados radicales del Barça. La firma está prohibida en algunos organismos oficiales alemanes porque supuestamente sus prendas incluyen mensajes filonazis en clave, algo que la marca niega.

Condenado por extorsionar, dar palizas o robar a 'narcos', afronta ahora una petición de cinco años por blanqueo

Según la Fiscalía, las ventas que declaró Mateo no se corresponden con la realidad porque el negocio no era más que una tapadera, una “empresa instrumental” que pagaba “de forma fraudulenta” a Eva C. como empleada. La tienda era titular de un Mercedes M320 que, en realidad, utilizaba en exclusiva Mateo para fines personales. Mediante esa vía, la pareja blanqueó otros 153.522 euros, siempre según el escrito de acusación de la fiscal Ana Gil, al que ha tenido acceso EL PAÍS. Cuando los Mossos registraron la tienda, en febrero de 2010, encontraron una pistola automática, un arma corta modificada, munición, 36,4 gramos de hachís y 11.462 euros.

El décimo de Lotería premiado es otro método clásico del blanqueo y Mateo y Eva C. también lo intentaron. La pareja ingresó 180.000 euros en efectivo en enero de 2010 en una cuenta de Caixa Penedès a nombre de la mujer. “Mediante un certificado mendaz”, asegura la fiscal, fingieron que el dinero provenía de un billete premiado de la Lotería nacional (el 69.897). Al mes siguiente, un día después de la detención de Mateo por los Mossos, su mujer traspasó el dinero a la cuenta de otra sociedad pantalla (dedicada, supuestamente, a la “promoción inmobiliaria”) como “ampliación de capital”. La cuenta bancaria acabó bloqueada por un juzgado de L’Hospitalet y Eva C. llegó a ser detenida.

A nombre de ella estaba también la caja de seguridad en La Caixa que el juez ordenó abrir. Dentro encontraron cuatro relojes Rolex, un Bulgary, un Hublot, y un Cartier. También guardaba una pulsera, un colgante y dos anillos. La pareja compró coches, como un Porsche Cayman S Coupé valorado en 50.000 euros; hipotecó la vivienda familiar, en L’Hospitalet; y hasta adquirió fondos de inversión de Altadis y acciones de Endesa y de Melià. Unos métodos que le permitieron ocultar sus ingresos reales.

La pareja guardó relojes de lujo en una caja de seguridad y compró acciones de Endesa

Los ingresos declarados nada tenían que ver con la realidad: al líder de los Casuals le constan ganancias por valor de 11.986 euros como asalariado de una empresa propiedad de Santiago Royuela, Barcelona & Catalunya Inversión. Royuela es un subastero que fue condenado junto con Mateo por irrumpir en los juzgados en 2008, armados con puñales de porcelana para no ser detectados al pasar por el arco de seguridad, y apuñalar en la cabeza a una persona para que no se presentase a una subasta.

Ese es un episodio más en el historial violento de Mateo, que empezó a acumular condenas hace más de 20 años. Fue juzgado por asaltar a narcotraficantes, e incluso intentar cortarle el dedo a uno de ellos, en Vic y en Cambrils. Tuvo que responder en dos ocasiones por ser el líder de la banda de matones a sueldo. La primera vez, anularon las escuchas telefónicas, pero en la segunda, Mateo fue condenado como jefe indiscutible de los Casuals.

Con los años, Mateo diversificó el negocio y se valió de los llamados minicasuals: chavales muy jóvenes que extorsionaron a los locales de ocio nocturno más emblemáticos de Barcelona: Razzmataz, Opium, Discotheque… O pagaban, o cada noche tenían trifulca asegurada, creada por el ejército de adolescentes de Mateo. Tan elevada era su sensación de impunidad, que la segunda vez que eran juzgados en la Audiencia, se liaron a golpes y empujones con los Mossos en la sala de vistas, e intentaron huir de los juzgados. Ya antes, temiéndose lo peor, fueron escoltados de la cárcel a la Audiencia por los GEI, el cuerpo de élite de la policía catalana. La presidenta del tribunal, Elena Guindulain, se conformó con una regañina y hacerles prometer que se portarían bien.

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