El Gobierno valenciano garantiza el uso de hiyab en todo centro público
El pañuelo podrá usarse en colegios, hospitales y cualquier espacio sostenido con fondos públicos
El hiyab o pañuelo musulmán podrá usarse en colegios, hospitales, residencias y cualquier otro centro que esté sostenido con fondos públicos en la Comunidad Valenciana. Ello incluye los colegios concertados, así como los centros sanitarios y para la tercera edad de titularidad privada financiados por la Generalitat. "Es una cuestión de derechos fundamentales", afirma a EL PAÍS el secretario autonómico de Integración, Alberto Ibáñez.
Cada departamento regulará su uso dentro de un marco común, llamado estrategia para la diversidad, que está elaborando la Consejería de Igualdad y Políticas Inclusivas que dirige la vicepresidenta Mónica Oltra. La regulación evitará que, como hasta ahora, se den respuestas dispares en función del centro. Y casos como el de la joven española Takwa Rejeb, que estuvo una semana sin ir a clase por negarse a quitarse el pañuelo como le exigía un instituto de Valencia en aplicación de su reglamento interno, que prohíbe entrar en el aula con la cabeza cubierta.
"El derecho a la educación y a la diversidad ha primado sobre una visión estrecha en la aplicación de una normativa interna", afirma Ibáñez. La solución del caso de Takwa, que ya ha vuelto a clase, se produjo tras la mediación ante el instituto del consejero de Educación, Vicent Marzà.
El límite serán aquellas vestimentas que impliquen "problemas de identificación", como el burka, que además del problema de seguridad plantea otros vinculados a la dignidad de las mujeres, señala el secretario autonómico de Inclusión. "Se trata de todos modos casos residuales, no existe hoy un conflicto social por este motivo", señala el secretario autonómico de Inclusión.
El nuevo marco legal que prepara la Generalitat no se limita a los colegios ni a las manifestaciones religiosas musulmanas, sino a las de todas las confesiones.
Ibáñez se ha reunido este miércoles con representantes católicos, evangelistas, ortodoxos, judíos y musulmanes para exponerles la nueva instrucción que regirá en las residencias de tercera edad, centros de día y de menores, así como de mujeres maltratadas. El objetivo es que las diversas sensibilidades religiosas sean respetadas.
La regulación abarcará desde la alimentación, que deberá garantizar por ejemplo las comidas halal (propia del islam) y kosher (judaísmo), hasta los ritos funerarios. En el caso de centros pequeños la dirección deberá procurar elegir menús que sean aceptables para todos.
Ibáñez señala que el Gobierno valenciano quiere avanzar hacia un "marco de laicidad" de la Administración, en el que entre otras cosas sus representantes no pueden asistir como tales a actos religiosos, aunque sí a título individual. "Pero al mismo tiempo queremos tener relación con todas las confesiones. Queremos ser neutrales, pero reconociendo que las religiones son un hecho social".
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