Loros de lentejuelas en Pontejos
El modisto madrileño disfruta en las carnicerías halal de Lavapiés, curiosea en mercerías y echa en falta más floristerías distintas en la capital
1. Margarita se llama mi amor. Es mi tienda de flores de referencia. Está entre el trabajo y mi casa, así que siempre paso. Me encanta la selección y me guardan o me piden lo que me gusta. En Madrid hacían falta floristerías como estas, espacios donde se respira distinto. Me inspira. Mi última colección, la que vamos a ver en la Mercedes Benz-Fashion Week Madrid se llama Botánica. Es una explosión de felicidad. (Fernando VII, 9)
2. Espacio Ananas. Es una galería de arte que llevan dos chicas y que está en un garaje. Me gusta porque es un sitio que te descubre gente muy joven, una maravilla para los que somos curiosos. Que haya una cantera de arte pequeñita en Madrid y que lo hagan con gracia y con un estilo único y personal para mí es muy interesante. (Acuerdo, 20)
3. Pontejos. Me puedo tirar aquí toda la mañana, no solo peleándome con las señoras, que además soy especialista, sino cayéndoseme la baba con esas cintas descatalogadas y la selección de botones o las rarezas, todas pegadas con celo en el libro. Me encantan. La última vez compré unos loros, unos papagayos de lentejuelas, que solo quedaban siete. (Plaza de Pontejos 2, Calle del Correo 4)
4. La Duquesita. Está en reforma. Lo ha cogido el repostero catalán Oriol Balaguer y es una ida de olla. Tuvo el buen gusto de dejarlo todo como estaba. Y cocina sano, porque Balaguer es un loco del cacao, no usa grasas saturadas. Es como un buen pan con aceite, pero en palmera de chocolate (Fernando VI, 2)
5. Jardín del Museo Romántico. Es un sitio muy secreto, precioso. Quedar allí es un éxito. El museo es muy bonito, pero ya entras y la cafetería es maravillosa y te pides un té y un trozo de pastel, que no es el típico trozo de tarta… y te mueres de lo rico que está. Me encanta comer, como ves (San Mateo, 13)
6. Almacén Alquián Hóptimo. No es la típica tienda de decoración de marca. Son dos chicos muy curiosos que se encuentran cosas chulísimas por el mundo. Cosas con mucha alma y muy interesantes. Llevan un año y medio abiertos y no son precios prohibitivos, son cosas de otras eras, tesoros… Y alguna cosa de autor. (Manuel González Longoria, 2)
7. The DStagE. Es un restaurante sin cartel, enfrente del Búho Real. Con lista de espera, porque Diego Guerrero tiene varias estrellas Michelín y se ha puesto de moda. Comer allí es vivir la experiencia que Diego te quiere contar. Te contagia. No te vende humo. A mí me gusta lo auténtico. (Regueros, 8)
8. Tienda Camper de Serrano. Me gusta el giro que le ha dado Romain Cremer a la marca. Es un director creativo que tenía la responsabilidad de mantener la esencia de la marca pero le ha dado un rollazo, una bocanada de aire fresco y me parece admirable. (Serrano, 24)
9. Carnicerías halal de Lavapiés. Cuando tengo tiempo me acerco allí, y no es que tengan la mejor carne, es cómo la especian, cómo la hacen, cómo huele, cómo llevan a cabo el ritual. Me mola este Madrid donde cada vez pasan más cosas, donde puedes irte a comprar todo tipo de comidas de otros países. Y Lavapiés es un pequeño viaje.
10. Bravo. Ese escaparate con esos guantes malvas con setecientos anillos, con un perfume rosa de los primeros de Dior, abanicos, ese broche brillante... ¡Por favor! Detrás del mostrador hay dos señoras espectacularmente arregladas que no se han enterado de que ha pasado el tiempo. Sitios así ya no quedan, con ese logo de los de antes... (Goya, 6)
Juan Duyos
El diseñador (Madrid, 1968) es amante de la decoración, las flores y el trabajo lento. Presenta su nueva colección, Botánica, en la Mercedes Benz Fashion Week de Madrid. Ha llegado a ella desde el estudio del patronaje y es, cuenta "una explosión de alegría".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.