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El padre de acogida del niño de Sueca: “La madre ratificó la adopción de forma voluntaria”

La madre biológica ofrece a los padres preadoptivos mantener contacto con el niño

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Alberto Bordes Folgado, el padre preadoptivo del niño de Sueca (Valencia) que ahora ha tenido que devolver a su madre biológica por orden judicial, ha asegurado que María José Abeng Ayang, la madre biológica, dio su consentimiento voluntario a la adopción, pero que luego decidió impugnarlo "bajo la influencia de una familia desestructurada". Con una carta ha respondido a la que ayer divulgó Abeng Ayang, en la que esta decía: "No me quitaron a mi hijo por tener mala vida. Me lo arrebataron".

La abogada de María José, la madre biológica, ha ofrecido este miércoles a los padres preadoptivos la posibilidad de mantener contacto con el niño. Ha ocurrido durante El programa de Ana Rosa, y ellos han respondido diciéndoles que les llamarán.

El cruce de misivas se produce después de que los padres preadoptivos devolviesen a la madre biológica al pequeño el pasado 12 tuvo, tras una resolución judicial de la Audiencia Provincial de Oviedo. Los padres de acogida, la Fiscalía de Asturias y el Principado han recurrido en casación ante el Tribunal Supremo la devolución del menor, de 4 años, a Abeng.

En la misiva del padre preadoptivo, que publica el diario Levante, Bordes subraya. "Llegó el día de ratificar el proceso de adopción de Joan, cosa que hicimos tanto nosotros como la madre biológica de forma voluntaria. Pero pasados unos meses, y bajo la influencia de una familia desestructurada, impugnaron su consentimiento a la adopción". La madre ha sostenido en la carta previa que ella se opuso al proceso de adopción.

El padre insiste en que la entrega ordenada en Oviedo tenía que haberse suspendido hasta que el Tribunal Supremo se pronunciase. Y afirma: "Evidentemente, alguien no ha hecho las cosas bien, pero no somos nosotros como familia adoptiva y mucho menos nuestro hijo que acaba de cumplir cuatro años".

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A juicio de Bordes, la actuación de las administraciones solamente ha generado sufrimiento: "Cuando se junta una legislación absurda y kafkiana en materia de adopción, una administración pública que no está preparada y un poder judicial que se desentiende de aquello de lo que tanto alardean (la prioridad es el bienestar del menor), el resultado no puede ser otro: sufrimiento".

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