El Orfeó Català del siglo XXI

El Lincoln Center de Nueva York fue el escenario de una singular experiencia este verano: más de 1.000 voces se unieron para cantar en un gran espacio abierto. La persona que dirigía la experiencia, The Public Domain, era Simon Halsey, el nuevo director de los coros del Orfeó Català y asesor musical de la Fundació del Palau de la Música, que asegura que hará algo parecido en Barcelona. La figura de Halsey (Londres,1958) es a la música coral lo que Daniel Barenboim o Simon Rattle a la sinfónica: es director del Coro de la Orquesta Sinfónica de Londres -lo compatibilizará con su responsabilidad en Barcelona-  de la Sinfónica de la Ciudad de Birmingham y del programa coral de Jóvenes de la Filarmónica de Berlín, entre otras responsabilidades. Vino a Barcelona hace dos años para un ensayo de los coros del Orfeó Catalá con el Rèquiem de Fauré. Suficiente tiempo, asegura, para tener una “excelente” impresión. Tanto, que aceptó la propuesta que le hizo la dirección del Palau para asumir el mando de todas las agrupaciones del Orfeó y tomar el relevo a Josep Vila, que ha sido el director en los últimos 18 años.

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Para una institución que nació en 1891, el Orfeó solo ha tenido 9 directores, contando a Halsey. “Y ninguna mujer”, subraya contemplando la pared donde están los retratos. Está convencido de que la persona que le suceda – su contrato es, en principio, de cinco años- debería ser “joven, de unos 30 años, y que hable catalán y preferentemente mujer”. Esa parece ser una de las metas del nuevo director coral: la formación de jóvenes directores corales, tal como ha hecho en Londres y en Berlín: “Hay que buscar nuevos compositores y directores para crear nuestro equipo de futuro". Mirando una antigua fotografía del Orfeó–de finales del siglo XIX- , Halsey afirma que hay que “repensar” la función de la institución. Para empezar unificando, en cierto modo, su estructura: “Hay siete coros y cada uno de ellos crece y vive de forma independiente, como su fueran siete plantas y yo quiero que conformen un jardín juntos”. No quiere hablar de revolución, pero sí de evolución: “Hace más de cien años el Orfeó nació con una idea, ahora deberíamos pensar o, mejor dicho, repensar para que esas ideas originales se mantengan vivas”. Y esboza algunas: proseguir con el canto coral en catalán pero abriendo el abanico a un repertorio de nuevos compositores de Cataluña o de internacionales que puedan escribir en esa lengua. Una tarea que se puede hacer en colaboración con otras instituciones musicales y apunta a la Sinfónica de Londres o la Filarmónica de Berlín.

En la que será la primera temporada de Halsey -que coincide con el 125 aniversario de la fundación del Orfeó- los coros actuarán bajo la batuta de directores y orquestas de reconocido prestigio. Hoy lo hará con el Requiem de Verdi -en el concierto de apertura de temporada- y la Orquesta Sinfónica de Londres con la dirección de Gianandrea Noseda y en marzo de 2017 con Gustavo Dudamel con la Novena Sinfonía de Beethoven.

Halsey quiere situar a los coros del Palau de la Música en el Top ten internacional, lo que no quiere decir exactamente que las agrupaciones corales incrementen su actividad en el extranjero: “Lo más importante es que sea lo mejor posible, tanto, que haya interés internacional para venir aquí, al Palau, a escucharlos”. La segunda responsabilidad que tendrá será la educación y formación musical. “Necesitamos que mucha gente de esta ciudad y región pueda cantar. Que todo el mundo que quiera cantar pueda hacerlo, como se practica el fútbol”. Comenta, además, que en otros países y ciudades la financiación pública a una institución musical está condicionada, precisamente, a que trabaje un proyecto educativo. No se desanima cuando se le hace notar que en España la sensibilidad de los estamentos públicos con la educación musical es manifiestamente mejorable: “Yo he luchado por la música en todos los países en los que he trabajado y aquí haré lo mismo”.

Asegura que los coros saldrán más a la calle: “Tengo mucho interés en presentar al Orfeó en nuevos sitios, de diferentes maneras y horas para atraer a más gente”. Ideas para conseguirlo no le faltan. Por ejemplo, Halsey se prestó a protagonizar un capítulo de los Ted-talks –charlas de reconocidos expertos en cualquier materia- que se convirtió en una clase de canto coral.