Barcelona se acicala para sus dos semanas más gais
El festival Circuit espera repetir los 72.000 asistentes, que dejaran 100 millones de euros en la ciudad
Cada festival urbano trae consigo su tribu. Y en la calle eso se nota. La que estos días tomará a Barcelona es bastante variopinta. El Circuit, uno de los eventos gay y lésbicos más concurridos del mundo, llega a su novena edición y espera repetir el récord de 72.000 asistentes. Este año, además de las 23 fiestas programadas en horario diurno y nocturno, habrá un ciclo de cine de temática LGBTI, exposiciones de arte y charlas sobre bullying y prostitución masculina, entre otras. La organización, Matinée Group, calcula que las dos semanas de fiestas tienen un impacto económico de 100 millones de euros en la ciudad.
Los alrededores del Gayxample, la zona del Ensanche barcelonés donde se aglutina la oferta de ocio para gays y lesbianas, ya era ayer un hervidero de visitantes en busca de sus entradas o que simplemente disfrutaban unas horas de la ciudad antes de comenzar con la fiesta. El plato fuerte será el próximo martes, con la fiesta en el parque acuático de Isla Fantasía, su principal y más famoso reclamo.
El precio de las entradas oscila entre los 20 euros dependiendo del evento y los 400 euros de la pulsera para las dos semanas. Una sala en la plaza Urquinaona acogió ayer la primera de las 23 sesiones programadas dentro del Circuit, que este año aumenta hasta cuatro sus fiestas al aire libre, la mayoría de ellas se realizará en el complejo deportivo de L'Hospitalet Nord.
El impacto económico del Circuit es similar a la que dejan otros eventos de magnitudes parecidas, como el Sónar. El festival de música avazada encargó este año un estudio para calcularlo y lo cifró en 124 millones si se tienen en cuenta los efectos indirectos. Otra comparación se puede hacer con el Mobile World Congress, que deja 460 millones de euros. La organización del Circuit calcula que cada uno de los visitantes realiza un gasto medio de 250 euros por día. El 80% de sus participamtes son extranjeros y vienen de los países árabes, Australia, Rusia, Brasil, el Reino Unido, por lo cual las estancias suelen ser largas.
La queja por los altos precios es, de hecho, una de las grandes críticas al evento. De ahí que la organización intente hacer un guiño al público local a través de estrategias de fidelización que pueden implicar rebajas subtanciales en las entradas.
Más allá de la guerra de la cifras, lo cierto es que el festival se nota en la calle. Con el tiempo, el Circuit se ha ganado un lugar en el calendario de eventos de la ciudad y muestra de ello es que los hoteleros ya planifican estas dos semanas como una de las de más alta ocupación. Algo similar ocurre con los pisos turísticos. A diferencia de Madrid, donde durante las fiestas del Orgullo los locales de restauración y tiendas exhiben las banderas arcoíris, en Barcelona se ven pocas el día de la manifestación. Para el festival, sin embargo, varios negocios se lanzan a usarla como gancho para los turistas. El evento incluso cuenta con el apoyo del Ayuntamiento y del Departamento de Cultura de la Generalitat.
El Circuit comenzó hace nueve años como una fiesta de una semana, dirigida para el público que por casualidad pasaba sus vacaciones en Barcelona. A la sombra de Matinée, con 20 años de experiencia internacional en el montaje de eventos en mecas de la noche como Londres o Ibiza, y con una fuerte promoción internacional, logró convertirse en una fiesta mundialmente conocida dentro del imaginario gay. Con detractores y fanáticos a rabiar, el Circuit ya ha sobrevivido a una generación.
El teólogo expulsado del Vaticano ficha por el ‘Circuit’
Hace varios años que el Circuit quiere ser más que fiesta. De ahí que edición tras edición intente ampliar su oferta cultural para hacer converger diferentes intereses. Este año el invitado estrella será Krysztof Charamsa, el prelado polaco expulsado del Vaticano por salir del armario antes del Sínodo de la familia del año pasado.
El sacerdote, que vive en Barcelona con su pareja después de abandonar su plaza como oficial de la Congregación para la Doctrina de la Fe , participará en el coloquio “Homosexualidad y religiones: perspectiva y diálogo”, donde representantes de diferentes credos expondrán sus puntos de vista.
El acto se desarrollará este jueves, a las seis de la tarde, en la sala de actos del centro cultural Arts Santa Mónica, en la Rambla. Este será el escenario de toda la programación de conferencias, donde también se hablará de bullying, prostitución masculina, tratamientos de profilaxis preventiva del VIH (PreP) y talleres psicoemocionales para gays.
Charamsa se ha convertido en una de las voces más críticas al catolicismo por su posición sobre la homosexualidad. “En la Biblia hay espacio intelectual y teológico para entender la orientación sexual”, defiende el teólogo que ve en las minorías sexuales un “nuevo apostolado” para la iglesia. El sacerdote trabajó muy de cerca con el anterior papa, Benedicto XVI.
El Cine Texas, por su parte, albergará un ciclo de cinco películas de temática LGBTI y la cadena de gimnasios Dir también ofrecerá actividades de entrenamiento físico.
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