“Que Ciudadanos gobierne en Valdemoro escuece en el PP”

Guillermo Gross (Madrid, 9 de noviembre de 1975) poco podía imaginarse el 24 de mayo del año pasado que los vecinos de Valdemoro le iban a dar un apoyo mayoritario. Pese a llevar meses en política, este técnico responsable de intermediación entre socios y clientes de Google se ha hecho cargo del Ayuntamiento, epicentro de la Operación Púnica. Ahora cobra un tercio de lo que ganaba en su empresa. Afirma que no se presentará a la reelección. Está casado y tiene trillizos.

Pregunta. ¿Cómo ha sido este primer año?

Respuesta. Sobre todo intenso. Se ha hecho largo por el ambiente político que ha habido y por venir de la situación de la que venimos. Además, sin experiencia política previa.

P. ¿Esperaba gobernar cuando se presentó?

R. Realmente no. Fue una sorpresa porque Ciudadanos era un partido nuevo no muy conocido en Valdemoro.

P. ¿Qué Ayuntamiento se encontró?

R. Un Ayuntamiento muy, muy desmoralizado, desorganizado y con cierto miedo después de todo lo ocurrido la operación Púnica. También te encuentras con muchísimo personal ha entrado en este Ayuntamiento como personal eventual que ha llegado a indefinido, pero sin oposición ni concurso, es decir, de la mano de los políticos de turno.

P. ¿Cómo está el Ayuntamiento económicamente?

R. Francamente mal. Es un Ayuntamiento que tiene 90 millones de deuda financiera y luego hay una deuda con Administraciones y proveedores de otros 50 millones. Eso, con un presupuesto anual que ronda los 60 millones.

P. ¿Cómo afrontará la deuda?

R. Se impone una reestructuración, cuando acabe la moratoria para el pago de esos 90 millones. No tenemos capacidad de inversión, ni en el periodo medio del pago a proveedores. Las dificultades son muy altas.

P. ¿Se puede gobernar un Ayuntamiento así, con seis grupos políticos además?

R. Se puede porque lo estamos haciendo. Otra cosa es que se gobernaría más fácil con una mayoría absoluta y con una deuda que fuera razonable, pero tampoco se haría mejor. Pienso que los responsables de la situación del Ayuntamiento son las mayorías absolutas de tantos años, en los que no ha habido control ni fiscalización por la oposición. Aquí se han creado redes clientelares.

P. ¿Qué se han encontrado en los cajones?

R. Como llegó la Guardia Civil cuando se destapó la Operación Púnica, no había prácticamente nada. De hecho, les hemos pedido a la Audiencia Nacional que nos pase copia de los expedientes. Una cosa que sí nos hemos encontrado es que se cedían espacios públicos a las asociaciones pero no se les pedían sus obligaciones y los gastos. A eso yo le llamo prevaricar. Directamente.

P. A Valdemoro se une el término corrupción. ¿Se superará eso?

R. Va a ser una labor de varios años. Ocurren muchas cosas y muy positivas, pero todo está cubierto por una pátina de corrupción. El orgullo por vivir aquí se ha teñido por vergüenza.

P. ¿Cree que falta más por salir en la Operación Púnica?

R. Creo que ha salido de todo. Ya solo faltan los detalles. Con Púnica, tenemos una nube que es difícil de asir. Lo que tiene que salir es una concreción de qué contratos, de qué políticos, de qué empleados están implicados.

P. ¿Sigue habiendo corrupción en su Ayuntamiento?

R. Yo creo que no.

P. ¿Todo esto empezó cuando Francisco Granados fue alcalde o se utiliza su salida para hacerlo?

R. Lo desconozco. Eso lo sabe mucho mejor el juez Velasco. Se creó un modelo de gestión, una corrupción, donde solo se beneficiaban unos cuantos. Se incrementa cuando Granados se marcha al Gobierno regional. Supera el ámbito local y ese modelo de gestión se traslada a la región. Eso se agrava cuando los alcaldes siguientes continúan gobernando con esa fórmula de gestión.

P. ¿Qué tal es la relación con el Gobierno regional?

R. Hemos establecido una buena relación con la Comunidad de Madrid. Eso sí, he pedido varias reuniones con Cifuentes, pero no me la ha concedido. A través del grupo de Ciudadanos en la Asamblea hemos canalizado varios compromisos y hemos sacado cosas adelante, como la creación del tercer centro de salud. Valdemoro ha sido un referente durante muchos años para el PP, donde han conseguido mayorías absolutísimas y era la cuna de Francisco Granados. Eso es una herida que en el PP de Madrid escuece.

P. ¿Le gustaría repetir como candidato dentro de tres años?

R. No. Estoy en política para hacer algo concreto. No soy político, tan solo estoy en política para solucionar una situación. No creo que tuviera mucho sentido presentarme a la reelección.