Colau admite que este verano no podrá acabar con el ‘top manta’

El fenómeno del top manta, la venta ambulante ilegal por parte de inmigrantes también en situación irregular, que en Barcelona ha tomado en las últimas semanas dimensiones nunca vistas, no desaparecerá este verano. El gobierno de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha presentado este jueves un paquete de medidas que, en la línea de los últimos meses, intenta abordar el problema desde todos los frentes: mayor presencia policial, coordinación entre cuerpos de seguridad y administraciones, atención social, 40 nuevos planes de empleo, multas a los compradores y una campaña de concienciación.

Sin embargo, el comisionado de Seguridad, Amadeu Recasens, que depende de alcaldía, ha acabado admitiendo que el conflicto que genera el top manta no se erradicará este verano: "Policialmente, se marcharán de allí donde haya mayor presión, pero irán a otro lado; no se esfumarán, no desaparecerán". “No lo resolveremos en tres días, no hay receta mágica”, ha repetido el primer teniente de alcalde y portavoz del gobierno, Gerardo Pisarello.

El ejecutivo ha reconocido otras cuestiones. Como que “las cifras actuales son preocupantes porque generan conflicto”, en palabras de Pisarello, que en una decena de ocasiones ha subrayado que la venta ambulante ilegal no es un problema exclusivo de Barcelona. El gobierno, que insiste en que la solución al fenómeno no es solo policial, también ha admitido que no tiene suficientes agentes de la Guardia Urbana ni para evitar que se instalen como ahora en el paseo de Joan de Borbó ni para desalojarlos.

“Las actuaciones obedecen a un principio de proporcionalidad y de recursos que tenemos, no podemos centrarnos solo en el fenómeno mantero. Estamos en riesgo 4 y los Mossos deben destinar efectivos a este flanco, hay que proteger a los turistas de otras situaciones, Barcelona no solo es Ciutat Vella”, ha argumentado Recasens.

No han explicado cómo no se ha evitado que el mercadillo de la Barceloneta alcanzara las dimensiones actuales. Pisarello ha apuntado al incremento de turistas como consecuencia de la inestabilidad política de otras zonas, como Turquía o Túnez. Un portavoz del Sindicato Mantero ha confirmado que se ha producido efecto llamada y ha asegurado que en la Barceloneta se concentran muchos más vendedores que los habitualmente trabajan en Barcelona. La misma fuente insistió en que esperan que el Ayuntamiento ofrezca alternativas como “un espacio pagando impuestos”.

La de esta mañana ha sido una comparecencia tensa, con mensajes del Ayuntamiento que en absoluto cuadran con la realidad. “Este Ayuntamiento no permitirá la utilización del espacio público de forma abusiva e invasiva para una actividad ilegal”, manifestaba Pisarello, mientras en la Barceloneta hay un zoco con centenares de manteros. “No hay ninguna zona de tolerancia o permisividad, todos los espacios son susceptibles de intervención”, ha añadido Recasens. El portavoz ha asegurado a los comerciantes, que ayer en un frente común lanzaron un crítico manifiesto, que “no están de brazos cruzados”. Cuando les adelantó las medidas presentadas esta mañana, los comerciantes las tacharon de “insuficientes” y dudaron de que surjan efecto.

Pisarello también ha pedido a los turistas “que hagan un consumo responsable”, ha llamado a “coordinarse” a otros municipios y administraciones; y ha asegurado que pondrán “todos los recursos y esfuerzos a su alcance para atender situaciones de vulnerabilidad y garantía de derechos básicos”. “También hay que ir a la raíz del problema, a las organizaciones mafiosas, hay que requisar contenedores, precintar fábricas, actuar por la vía judicial… es necesario coordinarse para no poner el foco sobre los más débiles”.

Pisarello finalmente ha apuntado como causa el incremento de turistas que registra la costa catalana como consecuencia de la inestabilidad política de otras zonas, como Turquía o Túnez.