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Mas: “Nunca sospeché nada de Daniel de Alfonso”

El expresidente dice que propuso al director de Antifraude sin conocerlo, pero no desvela quien se lo sugirió

El expresidente Artur Mas, junto a las exconsejeras Joana Ortega e Irene Rigau.
El expresidente Artur Mas, junto a las exconsejeras Joana Ortega e Irene Rigau.Albert Garcia

El expresidente de la Generalitat Artur Mas ha asegurado esta mañana que nunca sospechó que el hasta ayer director de la Oficina Antifraude (OAC), Daniel de Alfonso, pudiera estar conspirando con el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, contra políticos independentistas y ha justificado su nombramiento en 2011. Mas ha admitido que fue él quien propuso a De Alfonso, porque así le correspondía por ley, pero ha precisado que no lo conocía y que actuó así porque otras personas que no ha querido identificar le propusieron ese nombre.

En declaraciones a Rac1, Mas ha dicho que previamente al de De Alfonso se habían barajado dos o tres nombres que no hubieran tenido la mayoría necesaria de tres quintos del Parlament que establece la ley y que CiU pretendía que fuese una persona de consenso. "De Alfonso tenía una gran trayectoria en la lucha contra el fraude fiscal y no pusimos a un amiguito, sino gente que hiciera bien su trabajo y creo que en los primeros años fue correcto", ha sostenido.

El expresidente se ha mostrado "sorprendido" por el "tono coloquial y el exceso verbal" en el que transcurren las conversaciones entre el ministro del Interior y el jefe de Antifraude que reveló el diario Público, y ha cargado las tintas sobre Jorge Fernández Díaz. "Por muy escandalosa que sea la actuacion de De Alfonso, el hecho grave es que un ministro del Interior se dedique a esto, sin que pase nada, porque no ha ido ni al Congreso a dar explicaciones", ha dicho Mas.

"Que lo haga Fernández Díaz no me sosprende, porque algunos ya lo sabíamos, intuíamos o sospechábamos, aunque la gente no se lo creyera, pero sí me ha sosprendido que De Alfonso se prestara a eso", ha añadido Mas, quien también ha reprochado al exjefe de la OAC que "no se le nombró para ver qué pasaba con CDC, sino para luchar contra el fraude, pero en su tiempo libre se dedicaba a hacer política y no de la mejor". Por su parte, la exconsejera de Enseñanza Irene Rigau, actual diputada de Junts pel Sí, ha dicho sentirse "traicionada" por la actuación de De Alfonso, puesto que lo nombró el Parlament. "En ese tono de camaradería en el que hablan te sientes tan forastero, que no considero a Fernández Díaz un ministro mío", ha dicho Rigau, mientras que la exvicepresidenta de la Generalitat, Joana Ortega, ha clamado porque "no pase nada" después de desvelarse esas conversaciones, que ha calificado de "gran irresponsabilidad"

Mas, Ortea y Rigau están a un paso de sentarse en el banquillo por organizar la consulta del 9-N y han coincido en que volverían a actuar de la misma manera en cómo lo hicieron. El expresidente catalán ha asegurado que el proceso judicial es la reacción de un "Estado herido" ante el éxito de la consulta y ha precisado: "Los acusados somos nosotros, pero los afectados son todos los ciudadanos de Cataluña, sean o no independentistas, porque es un tema de democracia".

El expresidente ha añadido que "si queremos pensar bien" la decisión judicial que le sitúa a las puertas del juicio no se ha dictado antes de las elecciones del 26 de junio "porque el juez no quería interferir", pero ha añadido que "si queremos pensar normal es que la decisión podría beneficiar a CDC, porque lo que hace mas daño al Estado es una CDC seria y fuerte, no una CUP revolucionaria y una Esquerra no sé qué".

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