El Ayuntamiento cierra la terraza de la UNED en las Escuelas Pías

El Ayuntamiento de Madrid ha ejecutado este martes una sentencia judicial que le conminaba a cerrar la terraza del edificio de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) en las Escuelas Pías de San Fernando, en Lavapiés (distrito Centro). Según informa una portavoz municipal, el edificio disponía de licencia para uso educativo, pero no de una licencia de uso asociado específica para el uso terciario, es decir, de bar y restaurante. Según el Consistorio, el negocio ha funcionado durante 10 años sin poseer la licencia correspondiente.

La denuncia que ha motivado el cierre ha partido de los vecinos de la zona, que se quejaban del ruido y las molestias ocasionadas por el bar Gau&Café. La terraza, situada en el cuarto piso del edificio, está adoquinada y cuenta con 40 mesas, hasta ahora siempre llenas de clientes. El Consistorio se ha reunido en dos ocasiones con la UNED para ofrecerles asesoramiento y regularizar la situación, pero no ha sido posible. La empresa informaba del cierre con un correo: “Lamentamos informarle de que a partir de hoy y hasta nuevo aviso Gau&Café se encuentra cerrado”.

El proyecto inicial arrancó en abril de 2000, cuando el Ayuntamiento sacó a concurso las obras para construir un aulario y una biblioteca universitaria sobre las ruinas de las antiguas Escuelas Pías de San Fernando, en el corazón de Lavapiés. En aquel momento se anunció que se iba a levantar un edificio de tres plantas (al final fueron tres más la terraza) destinado a acoger clases de la Universidad Española de Educación a Distancia (UNED), según un convenio firmado entre ambas instituciones en 1998.

"Siempre hemos cumplido la legalidad"

Los propietarios del Gau&Café, Rubén Tejedor y David Fernández, explican que siempre han cumplido con la normativa vigente. "Abrimos hace diez años, en 2006, como una contrata del centro asociado a la UNED, y entonces tanto el Ayuntamiento como la propia universidad nos indicaron que no necesitábamos una licencia aparte, sino que servía con una de uso asociado".

La primera sentencia que dice que es necesaria una licencia aparte para el negocio llega en 2012, y desde entonces Tejedor y Fernández intentan conseguirla. En septiembre de 2013 presentaron un proyecto para ello ante la Gerencia de Urbanismo (al tratarse de un edificio protegido), pero el proceso se paralizó por realizarse fuera de plazo. "El día 15 de abril de este año volvimos a presentar un nuevo proyecto de licencia, incluyendo las mamparas acústicas para evitar el ruido a los vecinos. Pero antes de que se resuelva esta petición y haya caducado el plazo, el juez ha pedido que cerremos", se lamentan.

Ahora, los propietarios esperan que el Ayuntamiento actúe rápido y otorgue la licencia que necesitan para seguir funcionando. "El negocio tiene contratadas a 26 personas, además de nosotros dos, y vamos a tener que despedirlos a todos si esto no se resuelve en pocos días", dicen. "Nunca hemos tenido ninguna sanción a pesar de haber recibido 27 inspecciones municipales. Lo hemos hecho todo de manera legal".