Carmena extenderá el túnel de la calle de Bailén y peatonalizará el ‘scalextric’
El Ayuntamiento lanzará el lunes un concurso para la reforma de la plaza de España, que costará al menos 20 millones y estará lista en 2019
El Ayuntamiento de la capital, gobernado por Manuela Carmena (Ahora Madrid), convocará el próximo lunes un concurso internacional de arquitectura para remodelar la plaza de España. Esta obra, que el concejal de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo, considera el símbolo de su gestión, estará terminada previsiblemente en primavera de 2019. Las bases se han supeditado a las conclusiones de un proceso de participación ciudadana realizado hace unos meses. Contemplan “un ámbito de intervención prioritaria” cuya reforma será sufragada con fondos municipales. Uno de los elementos clave será la peatonalización del paso elevado de la calle de Bailén, y la prolongación del túnel que pasa por debajo de esta calle. Además, se reducirá el tráfico del entorno, “domesticándolo”, aunque no desaparecerá por completo.
Con esta reforma se peatonalizará el scalextric de la calle de Bailén, que ha sido incluido dentro de ese ámbito de intervención prioritario, según ha explicado esta tarde el director municipal de Obras y Espacio Público, José Luis Infanzón. El paso elevado permitirá conectar con la plaza de Oriente y los jardines de Sabatini; pero eso obligará a prolongar el túnel de Bailén. El Ayuntamiento se ha comprometido a financiar esa reforma, cuyo coste aproximado ha calculado en al menos 20 millones de euros. Además, se ha añadido en el concurso “un ámbito de reflexión” que incluye también el entorno de la plaza de España (la plaza de los Cubos, por ejemplo) pero que no es de obligada reforma.
“Cualquier concursante que quiera ganar tendrá que asumir el 100% de las actuaciones que se incluyen en la memoria vinculante elaborada a partir de la consulta ciudadana celebrada previamente”, ha señalado el concejal de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo (Ahora Madrid).
Los ciudadanos, jurados del concurso
26.961 madrileños participaron entre el 28 de enero y el 8 de marzo en una consulta organizada por el Ayuntamiento sobre la reforma, con un cuestionario de 18 preguntas en el que predominaba la primera de ellas: “¿Crees necesario reformar la plaza de España?”. El 63% votó a favor, y el 27% en contra.
Una vez validada así la reforma, el resto de respuestas se usaron como directrices para elaborar las bases del concurso internacional de arquitectura, que, con dos meses de retraso sobre las previsiones iniciales, se publicarán el próximo lunes.
Todos los proyectos presentados se publicarán en la web de Decide Madrid, para que los ciudadanos (mayores de 16 años y empadronados en la capital) voten sus cinco favoritos; su opinión contará como un voto dentro de un jurado formado por concejales de las áreas de gobierno municipal, técnicos del Ayuntamiento, miembros del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid y del Colegio Oficial de Caminos, Canales y Puertos, y arquitectos e ingenieros de reconocido prestigio.
Los cinco proyectos finalistas (que recibirán 10.000 euros) se desarrollarán más en profundidad para elegir dos, entre los que decidirán en exclusiva los ciudadanos mediante otra consulta. El ganador definitivo recibirá 40.000 euros a modo de anticipo de los 132.000 euros que cobrará como honorarios.
Una plaza diáfana y con más árboles
El resultado de la encuesta dibujó una plaza abierta y diáfana, principalmente verde y con sombra, y de permanencia y ocio. El monumento a Miguel de Cervantes se mantendrá inalterado; y se ampliará el número de árboles. Las plazas de aparcamiento crecerán bajo tierra (para residentes y de rotación) y se reducirán en superficie, sustituidas por zonas peatonales y áreas verdes.
En general, los coches saldrán perdiendo: “Sobra tráfico, humos y ruidos”, concluyó la encuesta. Por ello, se hará “una reforma profunda que permita reordenar completamente los usos de la plaza y su entorno (tráfico, accesos y equipamientos)”. Y será “reduciendo al máximo el impacto ambiental aunque eso suponga un incremento de costes”.
La actuación más importante afectará al paso elevado de la calle de Bailén, que se peatonalizará para unir la plaza con el parque del Oeste y los jardines de Sabatini. Ésta era la intención del anterior gobierno municipal, presidido por Ana Botella (Partido Popular), que pretendía canalizar el tráfico por túneles; su plan, sin embargo, valorado en 89 millones de euros, quedó descartado tras las elecciones municipales de mayo de 2015.
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