El Girona compite contra la historia
El equipo catalán, que nunca ha jugado en Primera, busca su primer ascenso a partir de este miércoles contra el Osasuna
En Montilivi, el estadio del Girona, una pancarta mal colgada da la bienvenida a los recién llegados: “El fútbol nos devolverá”. El mensaje recuerda la dolorosa desilusión del año pasado. En Girona no lo olvidan. Un cabezazo de Caballero, jugador del Lugo, en el último minuto de la liga regular, fundió el ascenso directo. En el playoff posterior, el Zaragoza remontó en Montilivi los tres goles gerundenses de la ida. “Fue durísimo. Nuestra peor experiencia”, recuerda Pere Pons, el joven centrocampista que cataliza el juego del equipo. Dos años antes el Almería los había eliminado en la final. Aquellas heridas pueden cerrarse a partir del miércoles contra el Osasuna en El Sadar, en el partido de ida de la final del playoff. Es el primer paso para cambiar la historia. El club catalán nunca ha jugado en Primera en sus 85 años de existencia.
En Pamplona se intuye un partido duro, corrosivo, propio de un equipo histórico como el Osasuna. Pocos estadios como El Sadar presionan e influyen tanto en el ánimo de sus jugadores. “La afición estira mucho, tiene un papel muy importante. Tenemos que salir vivos”, asegura Quique Cárcel, el director deportivo. Desde el banquillo, Pablo Machin lo relativiza: “Los jugadores tienen que disfrutar de poder estar allá”. El equipo de Enrique Martín, clasificado para el playoff en la última jornada, pasó por encima del Nàstic a partir del despliegue de Merino, fichado por el Borussia Dortmund, y de la verticalidad de sus bandas. “No me sorprende nada”, expone el técnico, “durante la temporada los más jóvenes se han ido endureciendo y ahora están en un gran momento de forma. La eliminatoria estará muy reñida. El Osasuna tiene mucha más historia que el Girona, pero nosotros tenemos muchas ganas e ilusión”.
Si el partido se embarra, las jugadas a pelota parada pueden ser capitales. “La estrategia será muy importante”, reconoce Pons. Y da alguna pista: “Quizás hacemos algún retoque táctico, porque jugamos de forma similar”. Pero donde más ha incidido el cuerpo técnico es en la recuperación física. La extenuante prórroga contra el Córdoba, un día después de que jugara el equipo de Pamplona, todavía pesa en las piernas gerundenses.“Siempre hablamos de pequeños detalles. Es importante, pero esperamos que no sea determinante”, expone Machín. Pere Pons, todo ilusión, huye de las excusas: “Donde no lleguen las piernas llegará la cabeza”.
La reacción del equipo en Montilivi el pasado domingo reivindica la evolución del equipo, capaz de competir en condiciones adversas. “Somos mucho más fuertes mentalmente que antes”, reivindica el portero Becerra. Machín coincide: “Nos supimos rehacer de un mal momento en Córdoba”. El equipo acabó la primera vuelta en 16ª posición, inmerso en un mar de nerviosismo que no dejaba fluir al equipo. “Jugábamos bien, pero no había manera de marcar”, explica Delfí Geli, presidente de la entidad desde el verano pasado. Para cambiar la dinámica, el cuerpo técnico rellenó las paredes de los vestuarios de imágenes y fotografías inspiradoras. “Es que Machín siempre ha sido muy optimista y ha confiado mucho en el equipo”, añade el máximo mandatario, exjugador del club y del Barça de los años noventa. El auge del Girona fue contundente, con tan solo dos derrotas en la segunda vuelta, y la idea es no parar. “Queríamos una temporada tranquila, pero puesto que estamos aquí, lucharemos por el ascenso”, admite Geli.
A pesar de que la afición no ha sido del todo habitual durante la temporada, las gradas se han llenado en los momentos decisivos. “La gente está con nosotros por lo que pasó el año pasado y porque somos un equipo humilde. Todo esto crea empatía”, analiza Cárcel. En El Sadar, habrá más de 400 personas animando al equipo. “Llevaremos a unas 10 personas para ayudar al equipo en lo que sea”, asegura Francisco Lara, de la Penya Immortals; “esto es lo máximo, ¡único! Queremos ayudar al equipo en lo que sea”.
El técnico se lleva a Navarra a todos los jugadores disponibles, con la excepción de los lesionados Carles Mas y David Oliveros. El reto les ilusiona: “Estamos convencidos”, expresa Becerra. ¿Subiréis? “Sí”, responde Pere Pons. Girona tiene memoria.
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