Espectáculo paranormal y maldito en Callao

Con la finalidad de “crear atmósferas y experiencias casi oníricas” el mentalista Pablo Raijenstein convoca el espectáculo Mentalismo en el cine. Que nadie se equivoque, no es una película sino “un espectáculo interactivo que tiene como hilo argumental el cine maldito”, según su autor. De la mano de Raijenstein, los espectadores que acudan a los dos únicos pases en el Palacio de la Prensa (el 11 y el 25 de junio a las 23.00; 12 euros) vivirán en primera persona experiencias paranormales, telepáticas, premoniciones y telequinesia.

“Es un espectáculo muy moderno que no se ha visto antes. Trata de crear una cuarta dimensión”, insiste Raijenstein, de 37 años. El mentalista celebra la tercera temporada del espectáculo, con éxito de crítica y público. Se estrenó hace cuatro años precisamente en el lugar al que ahora vuelve. “Parte del mentalismo clásico de principios del siglo XX”, subraya. En opinión de Raijenstein, su labor es guiar a la gente hacia sensaciones “paranormales” a través de ejercicios de telepatía y con hipnosis colectivas.

¿Puede una mente penetrar en otra? ¿Se puede crear la sensación de un sexto sentido utilizando los cinco conocidos? Estas son algunas de las respuestas que intenta dar el mentalista madrileño de origen alemán. Con sus ejercicios hará reflexionar a los presentes poniendo a prueba su incredulidad con un espectáculo sui géneris que fusiona por primera vez cine y mentalismo. La cita, para mayores de 18 años, no solo es apta para los amantes del género y los conspiranoicos. También lo es para los escépticos. Lo único que se necesita es el deseo de ser sorprendido en compañía de extraños.

Admirador de Aleister Crowley, Pablo Raijenstein es uno de los representantes de la nueva generación de mentalistas. Su especialidad consiste en fusionar el mentalismo con otras disciplinas artísticas para crear atmósferas y experiencias casi oníricas. Sus espectáculos se caracterizan por ser sorprendentes, directos y excepcionalmente originales. “Empecé de pequeño con la magia. Luego me formé en otras artes y a los 20 años decidí mezclar todos mis referentes: cine, mentalismo, hipnosis y magia”. Ahora, todos ellos están reunidos en Mentalismo en el cine, que obliga al espectador a reflexionar sobre su propia percepción.