Las vacas de Moralzarzal hacen ‘green’ en la Dehesa

Las vacas se mueven con especial parsimonia sobre los pastos de la Dehesa, un paraje natural protegido en pleno casco urbano de Moralzarzal. Desde principios de mayo, y después de 13 años de ausencia, una treintena de reses han vuelto a ocupar este espacio de uso comunal donde el anterior alcalde, José María Moreno (PP), había proyectado en 2007 un campo de golf privado. Desde entonces, el regidor, que gobernó la localidad durante dos décadas, no cejó en su empeño. Necesitaba cambiar el uso del suelo, de utilidad pública. Para lograrlo, primero segregó una parcela con el fin de levantar un colegio, después compró con 600.000 euros de dinero público un terreno que pretendía permutar con la zona de la Dehesa que debía ocupar el campo del golf y, finalmente, prohibió la entrada del ganado bovino en el paraje porque los ganaderos del pueblo se oponían al proyecto. 

Moreno ya no está y el nuevo gobierno local (que conforman Vecinos por Moralzarzal, Moralzarzal en Común y el PSOE) ha decidido recuperar la zona, que se había "degradado" sin la presencia de las vacas. El Consistorio paralizó en agosto la construcción del campo de golf y, hace unas semanas, adjudicó los pastos de la Dehesa a la Asociación de Ganaderos de la localidad por 2.546 euros. "Había unos pliegos para el aprovechamiento de los pastos, pero solo se beneficiaban caballos y ovejas, así que pedimos a la Comunidad unos pliegos nuevos para añadir el vacuno", subraya Susana Villarreal, concejal de Medio Ambiente en Moralzarzal (12.500 habitantes). Estarán en vigor hasta 2020. El presidente de la asociación ganadera, Manuel López, asegura que la decisión les ha puesto "contensísimos". Los últimos pliegos que permitían pastar a las vacas (la Comunidad los renueva cada cuatro años a petición del alcalde) caducaron en 2000. "Se siguió entrando en la Dehesa esporádicamente los veranos, hasta 2003. Luego solo dejaron a caballos y ovejas. El alcalde hacía y deshacía como le daba la gana".

Cuando se prohibió la entrada de vacuno en la Dehesa, existían en la localidad unas 800 cabezas de ganado. Ahora apenas son 600. Durante estos 13 años, los ganaderos han tenido que buscar terrenos alternativos para pastar con su ganado. Hay quienes han dejado el oficio, pero también los hay que han llegado al sector arrastrados por la crisis. "Lógicamente, el cambio generacional también ha hecho mella", subraya López, que ahora preside una asociación con 14 socios. El Ayuntamiento acaba de destinar 25.000 euros para recuperar la Dehesa como área de recreo porque, según López, por la zona "la gente también pasea". El Consistorio dedicará otros 200.000 euros de inversión para acondicionar el paraje, limpiar los residuos y adecuar el saneamiento y el alcantarillado.

Aunque los 25.000 metros cuadrados desafectados para levantar un colegio en 2015 se podrían revertir y hacerlos de nuevo Monte de Utilidad Pública, desde el Ayuntamiento se inclinan por no hacerlo. "Pretendemos realizar un arboreto, un aula medioambiental o alguna cosa vinculada a la naturaleza (que carece de presupuesto), así se revalorizaría el terreno. En cuanto este coja valor para el pueblo, más difícil será atentar contra él", indica la edil Susana Villarreal. Lo que su equipo no quiere es que, si tras las próximas elecciones municipales (en 2019) gobiernan otros, el fantasma del campo de golf vuelva a sobrevolar Moralzarzal. La titular de Medio Ambiente también explica que en abril de 2007 el alcalde compró parcelas privadas (hasta 100.000 metros cuadrados) que colindaban con la Dehesa por 600.000 euros, un precio que considera elevado. Y añade Villarreal: "Entendemos que con ellos se perseguía desafectar los terrenos dirigidos al campo de golf" (estos eran de 50.000, pero para realizar una desafección es necesario permutarlo por el doble de espacio).

Un colegio sin presupuesto

En abril de 2015, un mes antes de las elecciones municipales, el Ayuntamiento instaló en la Dehesa un cartel para anunciar la construcción inminente del nuevo colegio público El Raso. La vieja escuela estaba deteriorada y el PP, que no ha respondido a este periódico, en lugar de una reforma se inclinó por un nuevo centro. La plataforma Salvemos La Dehesa, constituida en 2012, sostiene que la pretensión del entonces alcalde era aprovechar que la Comunidad de Madrid había segregado una parcela de 25.000 metros cuadrados del espacio protegido sustituyendo su uso, que pasaba de comunal a educativo. Su portavoz, Miguel Ángel Llanos, destaca que de esa forma al regidor le resultaría más sencillo construir un campo de golf en una zona especialmente protegida por la Ley de Montes regional. "Lo que se buscaba era subvertir la calificación del terreno, pero al final ha triunfado la política participativa", dice en alusión al apoyo que recibió la plataforma, a la que se unieron colectivos locales y partidos políticos.

El 14 de abril de 2015, el Gobierno local aprobó la redacción del proyecto, que compartía al 50% con la Comunidad. Destinó para ello una partida de 70.000 euros. Sin embargo, ni los presupuestos del Ayuntamiento ni los de la Comunidad recogían cantidad alguna para levantar el colegio. Nunca se llegó a construir y ahora no hay, siquiera, rastro del cartel. Fue retirado por el Ayuntamiento después de que un pleno celebrado en agosto diera carpetazo definitivo al controvertido campo de golf y al proyecto del colegio. La concejal de Educación de Moralzarzal, Gema Duque, explica que se buscará otra ubicación para el centro. Así lo han reclamado ya al Gobierno regional, al que han pedido la cesión de unos terrenos junto al colegio actual. Allí, cuenta Duque, rediseñarán el proyecto, ya que la Dehesa "es una zona privilegiada con alto valor ambiental que hay que recuperar".