Las bibliotecas tocan techo
Un 45% de la población catalana no utiliza nunca los equipamientos o no ha vuelto a ellos desde hace más de un año
El año pasado las 391 bibliotecas públicas de Cataluña recibieron cerca de 25 millones de visitas. Un número muy parecido al que registraron en 2011 —en porcentaje han subido un 0,2— lo que pone de relieve que el uso de esos equipamientos ha tocado techo. Una evidencia que ya han señalado otros estudios, como el de Hábitos de lectura y compra en Cataluña presentado recientemente, y que no es del agrado de los responsables del departamento de Cultura de la Generalitat que aspiran a que toda la población de Cataluña utilice las bibliotecas que, junto a las librerías, son los principales agentes promotores del hábito de leer. En la víspera de Sant Jordi, Santi Vila, consejero de Cultura, se comprometía a revertir los recortes que han sufrido unos equipamientos que están muy bien valorados por sus usuarios —que le ponen un 8,3 de nota— para, precisamente, atraer a ese 45% de la población que no se ha acercado nunca por una biblioteca o lo ha dejado de hacer hace más de un año.
Con ese objetivo, la Generalitat encargó una encuesta para saber los motivos de los ausentes de las bibliotecas. Y los datos que más destacan de esa radiografía de los no usuarios son: predomina la población mayor de 50 años, con estudios primarios o inferiores y los hombres tienen una tendencia mayor a no acercarse a las bibliotecas frente a las mujeres.
Un 31% de los preguntados tienen claro que no irán —o volverán— a las bibliotecas bien por falta de tiempo (17,5%) o porque echan en falta las novedades literarias (8%). Los que sí volverían a visitar esos equipamientos lo harían, precisamente, si la oferta mejorase. Según esa encuesta, el último libro que han tenido en las manos es porque lo han comprado (44%) o se lo han regalado (26%). Otro dato: las mujeres compran más libros y los hombres los regalan más.
Pese a que los visitantes a las bibliotecas permanecen prácticamente estancados en cuatro años, sí han aumentado un 4,7% los préstamos de libros, que casi han alcanzado los 10 millones de ejemplares, según los datos del balance de las bibliotecas del año pasado presentado ayer. Los más prestados de narrativa fueron Victus, de Albert Sánchez Piñol, Misión Olvido, de María Dueñas y Desig de Xocolata, de Care Santos.
El libro digital tiene mucha menos pegada que el de papel en las bibliotecas y frente a los casi 10 millones de préstamos del libro clásico, el formato digital fue de 50.000. Detrás de los libros, lo que más se coge en préstamo son películas con cerca de 3,5 millones. Se prestaron 835.000 cd's y entre la música más prestada destaca la cantante Silvia Pérez Cruz con los discos Granada y 11 de Novembre. Otro de los servicios que también se ha incrementado es el del acceso a internet que en 2011 fue utilizado por 3,1 millones de usuarios y el año pasado se duplicó. En cuatro años el número de carnets de bibliotecas ha crecido un 14% y se ha pasado de 3,2 millones a 3,6.
Desde 2011, hay un 10% más de bibliotecas y ahora son 380 estables —237 en Barcelona, 58 en Girona, 43 en LLeida, 28 en Tarragona y 25 en las Terres del Ebre—y 11 bibliobusos móviles.
“Tenemos una de las redes de bibliotecas más importantes, sobre todo porque están presentes en todo el territorio, y son muy bien valoradas por sus usuarios. Ahora en lo que tenemos que esforzarnos más es en incrementar los fondos y poner fin a la política de recortes que se inició hace tres años”, insistía el consejero Vila que, como ya hizo ante el sector cinematográfico y la dirección del MNAC, se comprometió a aumentar la dotación presupuestaria. Aunque sin dar datos concretos.
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