Los artistas lamentan la ‘inercia’ de la consejería de Santi Vila

La Plataforma de Artistas de Cataluña (PAC), que en enero tomó el testigo de la finada Asociación de Artistas Visuales, ha entregado ayer una carta abierta al consejero de Cultura de la Generalitat, Santi Vila, donde expresa su preocupación y vuelve a pedir una serie de medidas urgentes para apoyar el sector. “Es una carta conciliadora, motivada por la inercia de las instituciones”, asegura Nora Ancarola, portavoz de la PAC. La artista recordó que, al asumir el cargo, el consejero se encontró con el Plan Integral, redactado por todas las asociaciones de sector tras casi un año de reuniones, pero por el momento no le ha dado seguimiento. “Hay un documento consensuado que ahora requiere un calendario de actuaciones y un presupuesto para que no se quede tan sólo en una ristra de deseos”, añade Ancarola.

Con cierto retraso la carta de la PAC responde a las declaraciones realizadas por Vila, en su comparecencia en la Comisión de Cultural del Parlament a finales de febrero y durante su primera visita institucional a la feria ARCOmadrid. Entonces el conseller afirmó su voluntad de organizar, “no otra feria, sino un gran evento artístico, comercial, innovador y de alta calidad”, una iniciativa que la PAC considera descabellada sobre todo por haber sido gestada sin la complicidad del sector. También le parece insuficiente el incremento del presupuesto de su departamento del 0,7% actual, al 1%.

A la espera de recibir una cita de la Consejería para empezar “un diálogo real”, los artistas piden la implementación de una serie de medidas urgentes: transparencia total en la gestión de las instituciones culturales públicas, convocatorias abiertas y jurados independientes, patronatos despolitizados e integrados por profesionales, remuneración del artista con mínimo un 15% del presupuesto total del proyecto y la reformulación del Conca, que la Ley Ómnibus convirtió en un organismo protocolario.

Los artistas tampoco están del todo satisfechos con las actuaciones del Ayuntamiento aunque consideran que “comienzan a tener una cierta conciencia con las buenas prácticas, aunque aún quedan muchos interrogantes”, concluye Ancarola.