La inversión extranjera se dispara pese a la inestabilidad política
El territorio capta en 2015 más de 4.000 millones de euros, un 57,8% más que en 2014
Cataluña captó en 2015 inversiones extranjeras por valor de 4.783 millones de euros, la segunda cifra más alta de la serie histórica, según los datos publicados este lunes por el Ministerio de Economía. Solo en 2010 se registró una suma mayor: 4.944 millones. Ni la incertidumbre política que se cierne sobre Moncloa ni el revuelo que levanta el proceso independentista ahuyentaron a los inversores en el exterior, que parecen no temer que la ruptura con España se materialice y, por el contrario, apuestan por sectores de rendimiento a largo plazo como la industria.
El capital foráneo que llegó a Cataluña el año pasado supuso un crecimiento del 57,8% respecto a 2014 y acaparó el 22% de los 21.724 millones de euros captados en todo el país. A estos números se han de restar las desinversiones hechas en la zona, datos que no se harán públicos de forma oficial hasta abril. Aunque el secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, ofreció un adelanto durante una rueda de prensa en Madrid: 603 millones de euros.
La retirada de inversiones se duplicó en comparación con el ejercicio anterior. Aun así, el balance global —4.180 millones— fue positivo y superior al registrado en los últimos ejercicios. El secretario de Empresa y Competitividad de la Generalitat, Joan Aregio, atribuyó este buen resultado a la “confianza que genera Cataluña para invertir, crecer y trabajar” y a la labor de Acció, la agencia pública destinada a fomentar la competitividad de las empresas catalanas.
García-Legaz, en cambio, interpretó este incremento de capital como una “nula credibilidad” por parte de los inversores, que no creen que la desconexión con España se llegue a concretar algún día. El secretario de Comercio insistió en que los extranjeros no invertirían en el territorio si dieran alguna probabilidad a la hoja de ruta del Gobierno de Junts pel Sí y afirmó que si apuestan por Cataluña es por la confianza que les inspira España.
Para el director de Economía de la patronal Fomento del Trabajo, Salvador Guillermo, está claro que el proceso independentista no ahuyenta a los inversores con visión a largo plazo. Las complicaciones empresariales que podría acarrearles una futura ruptura con España no parecen inquietarles: “La percepción es que aquí se puede hacer actividad económica, que hay talento y acceso a diferentes mercados. Los números nos dicen que la inversión aumenta a buen ritmo y esta variable no casa con la preocupación por una hipotética salida de la Unión Europea”.
Cataluña incluso fue distinguida hace una semana por el Financial Times, que la consideró en un informe la mejor región del sur de Europa para invertir en los próximos dos años. Un reconocimiento que procede del mismo periódico económico que en noviembre del año pasado tachó de “locura” el proceso secesionista en un editorial.
La industria crece un 51%
El consejero de Empresa y Conocimiento, Jordi Baiget, ya había adelantado en las últimas semanas que 2015 había sido un año “histórico” en materia de inversiones llegadas desde fuera, pese a la incertidumbre vivida en la política autonómica y estatal. De hecho, el capital captado durante el último trimestre —cuando Cataluña no tenía Gobierno y el país celebraba elecciones generales— apenas bajó un 8%, pero se mantuvo muy por encima del conseguido a principios de año.
Las inversiones en el territorio aumentaron mucho más que las del conjunto de España, cuyo crecimiento se situó en el 11%. Solo la Comunidad de Madrid lo superó, puesto que es la zona donde más firmas tienen su sede social. Esta, sin embargo, registró un descenso del 1,2% respecto a 2014, con un total de 10.093 millones captados.
La industria fue la principal beneficiada por las inversiones en Cataluña, según el Departamento de Empresa: atrajo un 51,4% más de capital que un año antes, que supuso el 26,9% del total. Le siguieron los servicios financieros y la construcción de inmuebles, que pasó de 105,1 millones de euros en 2014 a 694,8 millones en 2015. Algo que no necesariamente supone un aumento de la actividad, según explicó Guillermo: “No es que se haya disparado la nueva construcción, sino que se está comprando stock”.
A falta de datos autonómicos, los del conjunto de España dejan prever que una buena parte del incremento de inversiones se debe a adquisiciones. Estas supusieron el 34% del capital conseguido en 2015 mientras que, durante los cuatro años anteriores, no superaron el 21%.
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