La Generalitat prevé aprobar en 2017 su propia Ley de arrendamientos
Borràs esgrime que la norma estimulará la cultura del alquiler y dará "verdaderas garantías" a propietarios e inquilinos
La consejera de Gobernación, Administraciones Públicas y Vivienda, Meritxell Borràs, ha anunciado hoy que la Generalitat prevé aprobar el próximo año su propia Ley de arrendamientos urbanos con el fin de estimular la cultura del alquiler y dar "verdaderas garantías" a propietarios e inquilinos.
"Necesitamos una Ley de arrendamientos urbanos propia e innovadora, eficiente y moderna, que asegure el equilibrio necesario entre los derechos y las obligaciones de las dos partes", ha declarado la consejera durante la presentación del Informe sobre el mercado de alquiler en Cataluña en 2015.
El objetivo de esta norma, ha explicado, es "estimular" el mercado de alquiler, que aunque ha crecido sustancialmente en los últimos años, a cuenta de la crisis económica, sigue mostrando un gran de recorrido de crecimiento.
Borràs ha comentado que la Generalitat ha empezado a hablar con los agentes implicados en este sector para poner las bases de lo que tiene que ser la nueva ley, que podría aprobarse en el segundo trimestre de 2017.
"Queremos una ley que dé confianza a propietarios y arrendatarios, evitando caer en errores del pasado", ha subrayado la consejera. Según el informe presentado hoy por la consejería, el número de nuevos contratos de alquiler firmados en Cataluña bajó un 5,3 % en 2015, hasta los 141.767, mientras que la renta media se incrementó en su conjunto casi un 4 % respecto al año anterior, situándose en 572,4 euros al mes.
En Barcelona ciudad, el precio de los pisos de alquiler creció un 7 %. Borràs ha dicho que la nueva ley ha de garantizar que todo el mundo tenga acceso a una vivienda, aunque ha discrepado con la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, quien el pasado mes de marzo propuso limitar el aumento del precio de alquiler de los pisos.
Ha asegurado que los expertos "no acaban de ver con buenos ojos" este planteamiento, ya que puede llevar a muchos propietarios a poner el piso a la venta, en aras de lograr una mayor rentabilidad, o no hacer las reformas necesarias porque no les sale a cuenta.
Borràs, que da como "válidos" los argumentos de los expertos, considera que se tiene que estimular que la gente dé salida a sus pisos en el mercado de alquiler mediante otras vías incentivadoras, aunque no ha concretado cuáles.
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