El metro de Madrid permitirá viajar con perro excepto en horas punta
En verano y los fines de semana no habrá limitaciones. Deberán ir en el último vagón
Los perros podrán acceder, acompañados por sus dueños, a la red de metro madrileña en las horas de menos afluencia, siempre que vayan atados, con bozal y en el vagón de cola. La medida, anunciada ayer por la presidenta del Gobierno regional, Cristina Cifuentes, estará en marcha en unos tres o cuatro meses, debido a que se necesita una modificación del reglamento. Y no tendrán que pagar billete. Hasta ahora solo estaban permitidos los perros guías acompañantes de personas invidentes y en proceso de adiestramiento.
Primero fue Barcelona, en octubre de 2014, y ahora es Madrid la que abre las puertas de los vagones de Metro a los perros. El Gobierno regional prevé que la norma entre en vigor antes del verano, “en tres o cuatro meses”, el tiempo que hace falta para modificar el Reglamento del Viajero. Cristina Cifuentes, presidenta de la Comunidad de Madrid, indicó ayer que la decisión se toma por “las reiteradas peticiones de los usuarios de Metro que son propietarios de perros”.
Solo se autorizará un can por viajero, provisto de una correa que no supere los 50 centímetros de longitud y bozal, y únicamente podrán viajar en el último coche de cada tren. Otro de los requisitos es su identificación mediante microchip e inscripción en el registro municipal. Y no podrán usar las escaleras mecánicas por seguridad.
Los dueños de las mascotas deberán respetar un horario de acceso. La entrada se autoriza de lunes a viernes a las horas valle, los momentos de menor afluencia de viajeros. Durante las horas punta de mañana y tarde —de 7.30 a 9.30, de 14.00 a 16.00 y de 18.00 a 20.00— se prohibirá su entrada. En fin de semana, sábado y domingo, y en los meses de julio y agosto las normas se relajan. En esos momentos, no existirán limitaciones de horario.
La Comunidad de Madrid indica que la persona responsable del perro será su portador, y la propietaria será su responsable subsidiario. El decreto incide en que se evitará obstruir el paso del resto de pasajeros en puertas y ascensores.
Hasta el momento, los únicos canes que podían utilizar el suburbano madrileño eran los de asistencia personal, como perros guías que acompañan a las personas invidentes o con deficiencia visual o los que están en periodo de adiestramiento.
También tenían libre acceso los canes adiestrados para asistencia personal especial. En todos los casos, los animales deben llevar un chaleco o un distintivo a la vista que acredite su condición. Otras mascotas con permiso de paso son los pequeños animales domésticos, siempre que se trasladen en receptáculos adecuados y que no resulten ni peligrosos ni molestos para el resto de los viajeros.
Tras la aprobación por parte del Consejo de Gobierno, el nuevo reglamento se remitirá al Consorcio Regional de Transportes de Madrid para su ratificación. Después se abrirá la fase de información pública, se elaborarán los informes jurídicos preceptivos y se publicará el decreto definitivo.
Nacho Paunero, presidente de la protectora de animales El Refugio, impulsor de la medida, subraya que la iniciativa es similar a la que ya se está aplicando con éxito en otras ciudades europeas o Barcelona. “Y no va a suponer ningún coste para el bolsillo, el perro entrará con el billete de la persona que lo lleve”, comenta.
¿Y en los autobuses urbanos?
Fue la presidenta del Partido Popular en Madrid, Esperanza Aguirre, la que durante la pasada campaña electoral, en mayo, abanderó que los perros puedan viajar en el metro y en los autobuses urbanos. En los vehículos de la Empresa Municipal de Transporte (que dependen del Ayuntamiento de la capital, en manos de Ahora Madrid), se puede acceder "con pequeños animales de compañía siempre y cuando vayan en un trasportín adecuado y no supongan un peligro o una molestia –por su olor o ruido– para el resto de los viajeros".
Petición estrella de la protectora El Refugio
“Nos ha llevado muchos años conseguir que se apruebe esta normativa y estamos muy felices”, subraya Nacho Paunero, presidente de la protectora El Refugio, organización sin ánimo de lucro que previene y denuncia el abandono y maltrato animal. Paunero considera que la iniciativa va a beneficiar a miles de madrileños, “que podrán usar el transporte público y hacer vida con sus perros en una ciudad como Madrid”. De esta manera, se sigue la estela de ciudades como Barcelona, Bruselas, Londres, Berlín, Lisboa, París, Ginebra o Amsterdam, dice.
Paunero recuerda iniciativas como la carrera de Sanperrestre que organizó El Refugio el pasado mes de diciembre para pedir que los perros pudieran viajar en medios de transporte “en particular en el Metro” y acceder a espacios públicos, entre otras reivindicaciones. La convocatoria reunió a 900 personas con sus mascotas.
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