Arrimadas promete acuerdos puntuales con Puigdemont

El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha iniciado este miércoles la ronda de contactos con el resto de partidos para establecer posibles consensos. En el encuentro con la líder de Ciutadans, Inés Arrimadas, ha encontrado poco margen: Arrimadas le ha prometido que pueden llegar a pactos puntuales en cuestiones concretas, pero le ha avisado de que cualquier consenso será difícil mientras el Gobierno tenga como prioridad el camino a la independencia.

El encuentro, que ha durado poco más de una hora, ha sido “cordial y constructivo”, en palabras de Arrimadas. La líder de la oposición se ha comprometido a ejercer una “oposición responsable y leal”, concretada en el apoyo a algunas medidas. Como ejemplo, ha citado la formación profesional, programas de ocupación, infraestructuras, políticas sociales y medidas contra el cambio climático. En estos puntos, Ciutadans ve margen para dialogar, aunque cualquier pacto, ha admitido Arrimadas, es complicado mientras la prioridad sea la independencia.

Por este motivo, Ciutadans descarta aceptar las cuentas del Gobierno catalán: “La ley de presupuestos reflejará la prioridad del Govern, que es la independencia”, ha dicho Arrimadas, que ha lamentado “la línea de continuidad” entre el Ejecutivo de Puigdemont y el de Artur Mas.

Ciutadans ha planteado una alternativa política a Puigdemont con un plan de reformas, con quince propuestas relativas a medidas sociales y sobre economía, y la lucha contra la corrupción. La alternativa a la independencia del partido de Albert Rivera es una reforma del sistema de financiación. Puigdemont ha asegurado a Arrimadas que no hará ningún paso para mejorar el acuerdo económico. Ante la negativa de la Generalitat a liderarlo –“no moverán una ficha en este sentido”, ha lamentado Arrimadas– la líder de la oposición ha planteado al presidente que será Ciutadans, desde el Congreso, quien promoverá una reforma del sistema.

Ciutadans también quiere promover dos reformas que necesitan una mayoría reforzada de dos tercios en el Parlament: la modificación del Estatut para eliminar el aforo a los diputados catalanes y la aprobación de una ley electoral, que hace más de 35 años que está pendiente.