Cataluña cierra 2015 con menos ERE, pero más despidos
Los expedientes de regulación de empleo caen un 30%, pero dejan un 9,5% más de parados
Los catalanes que perdieron su trabajo a través de un expediente de regulación de empleo (ERE) aumentaron un 9,5% en 2015 pese a que la cifra de despidos colectivos se redujo en un 29,8%. Los 153 ERE registrados el año pasado en el antiguo Departamento de Empresa y Empleo dejaron en el paro a 4.831 personas, es decir, 422 más que las afectadas por los 218 expedientes presentados en 2014.
La tendencia a la baja iniciada en 2013 se rompió, sobre todo, durante el último trimestre de 2015, que concentró el 56% de los despidos. Algunos aún deben hacerse efectivos este año.
Octubre fue el peor mes, con un saldo de 1.945 empleados afectados. La mayoría provenía de una misma empresa: BBVA, que se deshizo de 1.557 trabajadores de CatalunyaCaixa tras absorberla. La banca destruyó el año pasado más de 2.500 puestos de trabajo a través de ERE, según la responsable del sector financiero de UGT, Lidia Herrero: “Es doloroso porque son entidades con beneficios e incluso así siguen despidiendo. Ya van 75.000 empleos en España desde que estalló la crisis, una masacre. Y el ánimo de las patronales indica que continuará”.
Los sindicatos coinciden en que los tiempos de “los grandes ERE” han pasado y que la situación ya no es tan cruenta como hace cuatro años, cuando los expedientes superaban los 600 y afectaban a más de 12.000 personas. Pero lamentan que la sangría continúe en sectores donde el empleo es de mejor calidad, como la industria o la banca. Algo que puede llevar a su precarización. Herrero explica que, pese a que muchos afectados cuentan como prejubilados, lo más probable es que sus plazas desaparezcan: “Y si contratan gente nueva, será con condiciones y salarios menos dignos”.
El secretario de Política Sindical de UGT, Camil Ros, no cree que el sector financiero sea capaz de reabsorber a este personal. Aun así, se trata de gente con formación que “podría montar alguna nueva actividad” que le permita salir adelante. En la industria, en cambio, es más difícil recuperarse de la caída. Pese a que el sector ha dejado de destruir empleo, “cada trimestre nos llevamos un susto”, admite. “La recuperación del mercado laboral es falsa porque la poca ocupación que se crea está en sectores precarios”, señala.
Cierres como el de Esselte, el fabricante de las grapadoras Petrus, o deslocalizaciones como la de la compañía de servicios de logística Euroterminal inauguraron en 2015 una larga lista de empresas que recurrieron a un ERE. Les siguieron otras como la tecnológica LetsBonus o la contrata Eulen, junto a industriales como Emmsa o Incryen.
El secretario de Acción Sindical de CC OO, José Cachinero, cree que el aumento de empleados temporales ha contribuido a la reducción del número de ERE: “Su peso en la plantilla ha aumentado y esto permite a las empresas ajustarlas sin expedientes”. Cachinero recuerda que los despidos colectivos no son la única vía de destrucción de empleo. La cifra de ceses individuales es mucho mayor y la no renovación de un contrato de temporal se ha convertido en una forma de despido que no se registra en ninguna estadística.
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