Ciudadanos quiere impulsar una comisión de estudio sobre corrupción

El segundo grupo de la cámara intenta elaborar una agenda ajena a la hoja de ruta independentista que tiene prevista el nuevo Gobierno catalán. La comisión de investigación sobre los casos de corrupción de CDC y la familia Pujol copó gran parte del día a día de la pasada legislatura. Ahora Ciudadanos intenta continuar con el discurso anticorrupción frente al nuevo Ejecutivo que se terminó de configurar la semana pasada.

Según ha explicado Carrizosa, el partido opta por una comisión a la que llamarían a expertos y trabajadores de la administración "que estén dispuestos a admitir que las cosas no se hacen bien", ha dicho. El objetivo sería estudiar medidas para combatir los posibles casos de corrupción y arrojar transparencia sobre todo centrándose en la contratación pública, centro de la mayoría de sospechas de actuaciones de la Generalitat.

La comisión no pretende sentar en el banquillo o pedir explicaciones sobre casos ya públicos, como sí hizo la de la pasada legislatura. Tampoco podría generar leyes, ya que no tendría capacidad legislativa en sí misma. En todo caso, las medidas que se pudieran pactar se tendrían que llevar al pleno y una vez ahí votarlas.

Este mismo miércoles, en el primer pleno desde que hay Gobierno en Cataluña, el Parlament decidirá las comisiones legislativas y específicas de la legislatura. Junts pel Sí y la CUP, que tienen mayoría en la Mesa, impulsarán la creación de una para tramitar las medidas que contempla la resolución independentista aprobada el 9 de noviembre. Estos grupos quieren que tenga carácter legislativo, lo que para Ciudadanos es "ilegal". El partido que lidera Inés Arrimadas en Cataluña dice que no participará nunca de esa comisión, pero no recurrirá a los tribunales para impugnarla. Según Carrizosa, el partido dejará en manos de la Abogacía del Estado el trámite judicial y ellos se limitarán a denunciarla en el ámbito político.

Legislatura "normal"

El debate sobre cuánto durará esta legislatura en Cataluña también está en la agenda de los grupos esta semana. Junts pel Sí y la CUP pactaron que en 18 meses tendrían que ir desarrollando las nuevas estructuras de Estado y culminar el proceso constituyente con un referéndum sobre la nueva constitución catalana que serviría para ratificar el apoyo ciudadano a la "desconexión" con España. Ahora el propio president Carles Puigdemont ha puesto en duda que el calendario sea el pactado y no cierra la puerta a que la legislatura dure más. 

Ciudadanos celebra esta opción. Carrizosa ha admitido que su partido busca "una legislatura normal", después de dos que han durado menos de cuatro años (la primera de 2010 a 2012 y la segunda desde entonces a 2015). Eso sí, el partido también ha aprovechado para vislumbrar una división en el seno del nuevo Gobierno ya que el vicepresidente, el republicano Oriol Junqueras sí cree, según Carrizosa, que el proyecto independentista no debe demorarse más de 18 meses.