La capital vulnera por sexto año seguido los límites de contaminación
El informe anual de Ecologistas en Acción concluye que en 2015 los niveles de contaminación han sufrido un incremento notable
La capital ha sobrepasado por sexto año consecutivo los niveles legales de dióxido de nitrógeno, concluye el informe de Ecologistas en Acción sobre la calidad del aire en 2015. También se superaron los límites de ozono troposférico. Los conservacionistas advierten de que las medidas adoptadas por el Ayuntamiento de Ahora Madrid en los picos de polución no son suficientes. Las estaciones de medición con más horas de superación fueron Barrio del Pilar y Ensanche de Vallecas.
El panorama que dibuja el informe de los conservacionistas sobre la calidad del aire que respiraron los madrileños en 2015 es cuando menos oscuro. Los contaminantes más problemáticos son el dióxido de nitrógeno, el ozono troposférico y las partículas en suspensión.
La suma del tráfico madrileño, una sucesión de anticiclones en noviembre y diciembre, y un verano muy cálido han favorecido la tendencia al alza registrada por la polución, que se ha situado en niveles de 2011. Los ecologistas agradecen al Ayuntamiento las medidas puntuales adoptadas en picos de contaminación, pero recuerdan que son insuficientes.
Dióxido de nitrógeno (NO2)
La ciudad tampoco cumplió el año pasado con la normativa europea referente a los límites de NO2 para la protección de la salud humana. Y van seis años consecutivos. De las 24 estaciones de medición distribuidas por seis zonas de Madrid, 13 rebasaron la frontera establecida en 40 microgramos por metro cúbico de concentración media anual. En 2014 fueron seis.
Tampoco se consiguió mantener a raya el límite por horas (200 microgramos), que no debe ir más allá de las 18 horas al año. Se pasaron ocho estaciones. Datos a los que se añaden unos registros muy altos, explican los ecologistas. Barrio del Pilar ha llegado a las 95 horas de superación, Ensanche de Vallecas a 71, Fernández Ladreda y Ramón y Cajal a 65 y Villaverde a 64. Los niños y los asmáticos son los que más sufren los efectos del gas, que afecta al tracto respiratorio.
Ozono troposférico (O3)
Un clásico del verano que “ha llegado para quedarse desde que inició su escalada en 2013”, puntualiza el informe. Solo 14 estaciones de las 24 que existen miden este parámetro. De ellas, 12 dieron más de 25 superaciones del límite horario (ocho horas seguidas a más de 120 microgramos por metro cúbico). Y todas alcanzaron el umbral de aviso a la población (180 microgramos durante una hora).
El ozono es un potente agente oxidante, que se forma por una compleja serie de reacciones fotoquímicas en la que participan, entre otros, el NO2 y la radiación solar. Es un gas que se relaciona con inflamaciones de pulmón y problemas respiratorios. Sus efectos nocivos se incrementan con el ejercicio físico.
Partículas en suspensión
Las partículas en suspensión fueron las únicas que dieron un respiro y no llegaron al límite. Aunque, advierten los ambientalistas, si se cambia la vara de medir por la de la Organización Mundial de la Salud (OMS), más restrictiva que la de la Unión Europea, 9 de las 12 estaciones que detectan las partículas sobrepasaron el valor límite anual recomendado de 20 microgramos por metro cúbico.
Las partículas abarcan un amplio espectro de sustancias orgánicas e inorgánicas, que proceden de fuentes naturales y artificiales. El tráfico es uno de sus generadores. Aumentan sus efectos perniciosos sobre la salud según van bajando de tamaño. Las mayores, PM10, pueden alcanzar las vías respiratorias bajas; las de 2,5 micras, las zonas de intercambio de gases del pulmón, y las ultrafinas, menos de 100 nanómetros, pueden llegar al torrente sanguíneo.
La solución, menos coches en las calles
El año pasado el Ayuntamiento de Ahora Madrid estrenó el protocolo para picos de polución por dióxido de nitrógeno, que heredó del anterior gobierno municipal. La capital vivió días de limitación de velocidad y de restricción de estacionamiento en la almendra central de Madrid, la más castigada por la polución. “Es necesario avanzar mucho más en la disminución del uso del coche en la ciudad”, declara Juan Bárcena, miembro de Ecologistas en Acción.
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