_
_
_
_
_

Último intento de Junts pel Sí y la CUP para el pacto de investidura

La ANC convoca a ambas formaciones para intentar un acuerdo a la desesperada

Salellas y Gabriel (CUP), junto a Turull y Rovira (Junts pel SÍ), en la Junta de Portavoces del Parlament / ALBERT GARCIAFoto: atlas

A menos de cuatro días para que expire el plazo legal para investir al presidente de la Generalitat, Junts pel Sí y la CUP se reunirán este jueves en lo que parece el último intento de desbloquear la situación. Las posturas son inflexibles y el pacto se aventura casi imposible, pero ninguna de las partes quiere levantarse de la mesa y aparecer como responsable del fracaso de que las fuerzas independentistas, que suman 72 de los 135 diputados en el Parlamento catalán, se muestren incapaces de iniciar una legislatura para lograr la secesión.

Más información
Mas usa la división de la CUP para lograr su investidura antes del lunes
Junts pel Sí y la CUP se citan sin estar dispuestos a ceder
Baños rechaza una coalición de la CUP con Podemos
Baños dimite y agudiza la crisis interna de la CUP por el veto a Mas

Desde que la CUP acordó, el pasado domingo, que no investiría a Artur Mas como presidente solo quedaban dos posibilidades para desbloquear la situación y formar gobierno: que Junts pel Sí aceptara la exigencia de los anticapitalistas y presentara otro candidato, como han reclamado incluso algunas voces desde Esquerra Republicana, o que la CUP se desdijera.

Ninguna de las hipótesis parecía posible, como tampoco que se diera una mayoría alternativa en el Parlament. Desde hace más de tres meses, las dos formaciones están enrocadas en sus planteamientos y desde el domingo solo ha habido reproches mutuos en lugar de acercamientos. Primero fue el número dos de Convergència, Josep Rull, quien acusó a la CUP de acabar haciendo el juego a “los poderes fácticos del Estado con su veto” a Artur Mas, y al día siguiente fue el presidente de la Generalitat el que invocó su dignidad para no renunciar a ser candidato “porque la presidencia de la Generalitat no es una subasta de pescado”.

La CUP replicó después que no entraría “en el vocabulario agresivo, el discurso fratricida ni en las faltas de respeto que ha hecho [Mas] a todo el espacio político que es la izquierda independentista”, en un toma y daca de acusaciones que solo contribuía a tensar más una cuerda a la que solo le queda para romperse que pasen los días.

Con los plazos en la mano, el Parlamento catalán puede investir presidente hasta la medianoche del domingo al lunes pero se da prácticamente por hecho que nada de eso sucederá.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Concentraciones por el acuerdo

La Asamblea Nacional Catalana ha convocado para esta tarde concentraciones en varias ciudades catalanas a favor del acuerdo. A menos de cuatro días para que expire el plazo legal, la entidad impulsora de las masivas manifestaciones secesionistas de los últimos años intenta presionar a Junts pel Sí y la CUP para que logren un pacto “que permita investir un presidente/a, formar gobierno e iniciar el proceso constituyente para construir la República Catalana”.

La concentración en Barcelona tendrá como escenario la plaza de Sant Jaume, frente a la Generalitat, y en Girona en la plaza del Vi, frente al Ayuntamiento. En otras poblaciones habrá también actos similares.

Si se cumple ese pronóstico, Mas firmará el decreto de elecciones el lunes 11 y los comicios se celebrarán el 6 de marzo.

En ese escenario de posturas irreconciliables, la Asamblea Nacional Catalana ha hecho un intento a la desesperada para buscar un acuerdo de última hora y ha convocado para hoy a Junts pel Sí y la CUP a una reunión, que con toda probabilidad será la última, para desatascar la situación. La formación anticapitalista celebrará esta misma tarde una conferencia de prensa “para valorar la situación política del país” en lo que podría ser el certificado definitivo de la ruptura con Junts pel Sí.

La CUP sabe que “ha tomado una decisión difícil y dolorosa para muchos”, en referencia a la mitad de la formación que estaba de acuerdo con el pacto, entre ellos su cabeza de lista, Antonio Baños, que ha acabado dimitiendo como diputado. Con todo, la CUP defiende su decisión, adoptada “democráticamente y con responsabilidad”, y reclama “la altura de miras y el sentido de país que piden ahora un movimiento a los dirigentes de Convergència”.

En ese contexto, la organización independentista Poble Lliure, que forma parte la CUP, favorable a la investidura de Mas, calificó ayer de “error grave” la decisión de no facilitar el pacto. Este colectivo considera que el veto “incumple la promesa electoral de ser el acelerador y la garantía del proceso independentista” y de que, si la CUP era decisiva, se proclamaría la república catalana.

El comunicado emitido por la organización advierte de que la falta de acuerdo “pone en peligro la acumulación de fuerzas obtenida por el movimiento independentista hasta el 27 de septiembre”, aunque también acusa a Convergència y Esquerra de actuar por intereses partidistas.

“Han estado más interesados en su batalla particular por la hegemonía dentro del campo independentista que en facilitar una investidura y un acuerdo de gobierno”, dice Poble Lliure, aunque también admite su “parte de responsabilidad” por reaccionar demasiado tarde cuando se veía que las negociaciones se centraban en el nombre de Mas.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_