El celador de Arenys violó y agredió a las ancianas más débiles
El Síndic abre una investigación sobre la actuación de la Generalitat
El celador del geriátrico de Arenys de Mar (Maresme) que ingresó el pasado lunes en prisión acusado de agredir a nueve ancianas y violar a cuatro de ellas seleccionó a sus víctimas entre las que presentaban una movilidad más reducida y un deterioro cognitivo más avanzado. Fuentes cercanas a la investigación aseguran que las agresiones fueron tan brutales que incluso llegó a romper el tabique nasal de una de las pacientes a las que supuestamente debía cuidar la noche del 24 de diciembre y la madrugada del día de Navidad.
El síndic de greuges, Rafael Ribó, ha anunciado este martes que ha abierto una investigación paralela a la de los Mossos d’Esquadra y el Juzgado de Instrucción de Arenys de Mar para aclarar si las administraciones actuaron correctamente y si pudo evitarse el suceso.
El acusado, un gerocultor de 30 años, español y vecino de Pineda de Mar, llevaba cinco años trabajando en el geriátrico. Fuentes cercanas al caso aseguran que en el momento de cometer los hechos se encontraba bajo la influencia de las bebidas alcohólicas. Ayer, los Mossos tomaron declaración al resto de personal que compartió turno laboral la pasada Nochebuena. Los agentes estudian si alguno de ellos puso ser conocedor de lo que estaba pasando. También analizaron las imágenes que captaron las cámaras de seguridad del centro.
El defensor del pueblo catalán ha solicitado a los departamentos de Bienestar Social y de Interior información para poder estudiar el caso. La residencia Ítaca es un centro concertado de la Generalitat con 103 plazas en modalidad de residencia asistida y otras 30 para la modalidad de centro de día. La directora del geriátrico, Mertxe Aguilar, quiso dejar claro el lunes que fue el propio geriátrico el que denunció los hechos y apuntó al acusado como principal sospechoso.
El trabajador “siempre se había mostrado amigable y cordial con los internos”, explicó la directora. Aguilar anunció que la residencia se personará como acusación particular en el proceso judicial contra el cuidador. Algunas de las familias de las agredidas, con edades comprendidas entre los 60 y 90 años, estaban ayer barajando la posibilidad de denunciar al geriátrico como responsable civil subsidiario.
Ninguna anomalía
La vicepresidenta y consejera de Bienestar y Familia de la Generalitat, Neus Munté, ha afirmado este martes que su departamento no detectó “ningún tipo de anomalía” en sus inspecciones a la residencia Ítaca. Munté defendió que “la ratio de profesionales era la correcta”. Aún así, anunció que la Generalitat estudiará fórmulas para proteger a los ancianos de abusos y agresiones en las residencias.
El Ayuntamiento de Arenys de Mar ofreció ayer apoyo psicológico a las familias de las ancianas. “Es una residencia con la que no hemos tenido nunca ningún problema. Esto ha sido un golpe muy duro. Por eso hemos abierto a través de los Servicios Sociales municipales una línea de ayuda psicológica tanto para las familias como para los trabajadores que lo necesiten”, destacó ayer el alcalde de la localidad, Estanis Fors.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.