Alatriste sufría del corazón
El Puerta de Hierro y la Universidad de Maastricht hallan una dolencia común entre familias holandesas y españolas
Diego Alatriste, el aguerrido soldado de los Tercios surgido de la pluma de Arturo Pérez-Reverte, sufría del corazón, dolencia no provocada por el mal de amores, tal y como se supone a cualquier héroe de la literatura, sino por una miocardiopatía hipertrófica, según ha concluido un estudio realizado por la universidad holandesa de Maastricht y por el hospital madrileño de Puerta de Hierro. Esta enfermedad es la mayor causa de muerte súbita entre jóvenes.
La miocardiopatía hipertrófica es un mal hereditario que sufre una de cada 500 personas. Con un tratamiento y vigilancia adecuada no tiene porqué abocar al fallecimiento del paciente, que puede llevar una vida normal. La dolencia afecta directamente al músculo cardiaco. Las paredes del corazón son anormalmente más gruesas, lo que provoca que la cavidad cardiaca sea menor y que este órgano tenga que hacer un mayor esfuerzo para alimentar al sistema sanguíneo. El ventrículo izquierdo está casi siempre afectado, y en algunas personas el derecho también presenta engrosamiento.
Puede darse en familias enteras, afectando a uno o más miembros, pero algunos resultan más aquejados que otros. Se trata de una condición genética, lo que significa que se transmite de padres a hijos y que se debe a una mutación en uno o más genes. “Por eso”, afirma Pablo García-Pavía, director de la Unidad de Cardiopatías Familiares del Hospital Puerta de Hierro, “es importante que las familias afectadas sean evaluadas de forma precisa, consiguiendo un diagnóstico y tratamiento óptimos, además del apoyo de un centro de especialistas en enfermedades cardiacas hereditarias”.
García-Pavía, de 37 años, terminó su tesis doctoral en 2011 sobre esta dolencia. Poco tiempo después recibió una llamada de la Universidad de Maastricht: los investigadores holandeses habían analizado las características de 14 familias afectadas en su país y que “aparentemente no estaban relacionadas entre sí, pero que compartían un inusual defecto genético”.
Siguieron investigando hasta que descubrieron que las 14 familias tenían un antepasado común, que debió residir en torno a la ciudad de Eindhoven a finales del siglo XVI o principios del XVII, coincidiendo con la guerra de Flandes. Tras documentar la coincidencia genética, los investigadores de Maastricht se pusieron en contacto con el equipo de García-Pavía, que había descrito previamente ese mismo defecto en una familia española.
Tras analizar la concordancia genética entre españoles y holandeses se pudo comprobar que todos ellos estaban emparentados. “La enfermedad provenía de un español que había tenido descendencia en los Países Bajos, en concreto en los alrededores de Eindhoven, en el siglo XVII. Posiblemente, un soldado de los Tercios de Flandes, que volvió a España, donde tuvo más descendientes. Otra posibilidad es que el soldado volviese a España con una holandesa aquejada de esa enfermedad y aquí se desarrollase, pero eso es menos probable. Pero en ambos casos pudo ser el capitán Alatriste”, bromea el científico.
La Unidad de Cardiopatías Familiares del Hospital Puerta de Hierro es centro de referencia nacional para estas enfermedades.
Alatriste, como la mayoría de los afectados, no murió de esta enfermedad, sino en la batalla de Rocroi (1643), donde se demostró que los Tercios no eran invencibles como sí lo es la dolencia.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.