‘OH!’ llena de danza, música y poesía el Mercat

Cuando al colectivo musical CaboSanRoque les llamó la bailaora Rocío Molina, Premio Nacional de Danza 2010, Premio Max 2015 a la mejor coreografía, y una de las artistas españolas con más proyección internacional, se quedaron extrañados. “No sabíamos quién era”, admitía ayer Laia Torrents, integrante de la compañía, que fusiona rock, artes plásticas y performance. Molina había visto una de sus creaciones en el Arts Santa Mònica, y quería trabajar con ellos. Tras la sorpresa inicial, poco a poco fueron tejiendo sinergias. El resultado es Impulso, una “improvisación efímera” que se estrenará el 4 de enero en el Mercat de les Flors.

En Impulso, nacida entre el movimiento mecánico y el humano, Molina danza en un “paisaje sonoro”, explicó Torrents, ideado por CaboSanRoque como un campo de trigo con cintas métricas que se mueven y hacen música. “Nuestro campo de trigo baila bulerías. Nos hemos inspirado en Frederic Mompou, gran amante de los gitanos y del flamenco, con interpretaciones libres de algún paso de la Semana Santa de Sevilla”, detalló Torrents. “Para alguien que no entiende de flamenco Rocío es como Messi; aunque no te guste el fútbol te emociona”, añadió la ingeniera industrial.

La colaboración, embrión de una posible obra futura, forma parte de OH! Poéticas de la ilusión, un ciclo que el Mercat de les Flors programa esta Navidad (del 27 de diciembre al 10 de enero) con espectáculos en muchas ocasiones alejados de la danza, y centrados, en cambio, en la dramaturgia de la imagen, los objetos, y la sensorialidad. “El ciclo no es para público familiar. Es para toda la gente joven, de mediana edad, que está harta de turrones y familia y que no quiere ir al cine a ver la Guerra de las Galaxias”, describió Francesc Casadesús, director del Mercat de les Flors.

Pequeños formatos

OH!, comisariado por Jordi Fondevila, también pone el foco en los espectáculos de pequeño formato, donde los artistas están situados a escasos metros del público. En este sentido, destaca Cosas que se olvidan fácilmente, de la compañía de teatro de objetos Playground / Xavier Bobés. Solo se permiten cinco espectadores por función. Todos se sientan en una mesa y comparten experiencias a través de fotografías de la segunda mitad del siglo XX. El montaje tiene las entradas agotadas desde hace dos meses. Por este motivo las funciones iniciales, previstas entre el 2 y el 10 de enero, se ampliarán hasta febrero o marzo en función de la demanda. “Ha venido mucha gente mayor, pero también familias y jóvenes, siempre es una función diferente. La mayoría llega recomendada”, afirmó Bobés.

El creador escénico, fundador de Playground, también recalará en el Mercat entre el 27 y el 29 de diciembre con Insomni, un espectáculo donde cobran protagonismo objetos completamente destruidos. La obra giró por Alemania, Francia, Buenos Aires o Madrid. En Barcelona, más allá del Festival Neo, no había sido programada. Llevar a escena montajes de autor, pluridisciplinares y de difícil encaje en las programaciones más canónigas, es también uno de los objetivos de OH!. “Pretendemos hacer un ciclo que sorprenda, con obras que tengan una expresividad mágica, particular”, detalló Fondevila.

En el plano internacional, la compañía francesa Blick Théatre representará entre el 27 y el 29 de diciembre, [hullu] obra de teatro gestual nacida tras una investigación sobre trastornos mentales, en especial el autismo. Además, uno de los platos fuertes del ciclo es Nàufrags, del director de cine y escenógrafo Lluis Danés. Con música en directo, sobre el escenario dos pianos destrozados construidos a base de madera forman una silueta que recuerda a una balsa. El artista aborda la problemática de los refugiados con una estética propia del “videoclip” unida a un mensaje político, opinó Casadesús. OH! se celebra por primera vez estas navidades, pero el Mercat no asegura su continuidad el año próximo.