Alta participación en el barrio que más votó a Colau
Los vecinos de Vallbona, en la periferia de Barcelona, apuestan por los nuevos partidos
Vallbona. El barrio de Barcelona más alejado de Barcelona. En un extremo del extremo, del distrito de Nou Barris, el de menor renta de la ciudad. Aquí, al otro lado de las autopistas que van hacia el norte, viven 1.300 personas encajonadas entre Montcada y Santa Coloma. Renta media, 52 sobre una media de la ciudad de 100. "Apartados y olvidados, pero responsables, y eso que aquí los políticos solo vienen a pedir el voto", dice Santiago, de cuarenta y pico años. El flujo de votantes ante la única mesa del único colegio del barrio es constante.
Vallbona fue el barrio que más votó a la alcaldesa Ada Colau. El porcentaje de apoyo a Barcelona en Comú superó el 40% en un vecindario donde tradicionalmente ha ganado el PSC. Los socialistas lograron el 39% de los votos en las pasadas generales de 2011. En cambio, en las autonómicas del pasado septiembre ganó Ciutadans con el 22,6% de los votos. En Vallbona también pesa el voto de los abuelos que viven en la residencia, hoy van llegando en silla de ruedas y muchos votan CiU, cuentan sus hijos.
Pero hoy no hay rastro de partidos políticos aquí. Ni un interventor. Y carteles, si los buscas, encuentras solo tres tiras de banderolas pequeñas de En Comú Podem colgadas en farolas. Nada más. El presidente de los mayores del barrio, José Iglesias, 75 años, está "contento con Colau". "A ver si les quitamos ahora de Madrid", dice sin esconder que vota Podemos. También es la elección de Miriam, "satisfecha con lo que está haciendo Colau", confiesa que no había votado hasta la irrupción de las candidaturas ciudadanas. No son los únicos partidarios "de acabar con el bipartidismo", como defiende Sonia, cuarenta y pocos.
Pero no todo el mundo está satisfecho con la alcaldesa. José Codina, 52 años, lo dice bien claro: "Me arrepiento. Estoy de acuerdo en cortar de lleno a los capitalistas, pero lo de no dejar hacer hoteles [la moratoria de alojamientos turísticos] es malo para el empleo", dice disgustado. Hoy vota a Ciutadans. No se esconde. Y no es el único. Paradojas de la vida, José trabaja en la calle de Pablo Iglesias, en el barrio de La Prosperitat.
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