Romeva: “Instamos a la CUP a que deje claro que habrá acuerdo”
La formación anticapitalista no descarta ahora votar finalmente a Artur Mas
Junts pel Sí no tiene claro el mensaje que ha querido lanzar la CUP este domingo con la asamblea en la que decidió que sus diputados deben mantener el no a investir a Artur Mas. El portavoz de la formación, Raül Romeva, ha respondido este lunes en el Parlament junto a las caras visibles de la coalición: "instamos a que por la vía de los hechos dejen claro que hay voluntad de acuerdo". La coalición de CDC, ERC e independientes se planta y no ofrece, de momento, más opciones al partido anticapitalista para seguir negociando. Es decir, Romeva ha dejado claro que su grupo sigue apostando por la oferta que hizo la semana pasada de una presidencia con tres grandes áreas de Gobierno, liderada por Mas.
Romeva cree que la CUP no se ha manifestado sobre esa propuesta. "Sin embargo. ayer vimos que sí votaron opciones que no están sobre la mesa", ha dicho en referencia a la opción ganadora entre cuatro posibilidades que tenían los militantes de la CUP, la de seguir negociando pero sin Mas. Romeva ha negado que haya posibilidad de negociar ese escenario y ha recurrido a una metáfora deportiva: "Es como si el Madrid y el Atleti estuvieran decidiendo si Messi tiene que jugar. No tiene sentido". El portavoz de Junts pel Sí no se ha mostrado sin embargo partidario de ir a las elecciones anticipadas y ha dicho que prefiere apurar el plazo para negociar —el 10 de enero—, "aunque no es lo ideal", ha reconocido.
Pese a la decisión de la CUP, su jefe de filas en el Parlament, Antonio Baños, cree que la posibilidad de que parte de los parlamentarios de la formación anticapitalista voten al actual presidente en funciones sigue siendo posible. “Todas las opciones siguen abiertas”, ha respondido cuando, en una entrevista en RAC1, se le ha preguntado por esta posibilidad.
Eso sí, cualquier decisión pasará por los militantes, que ayer ya emitieron su veredicto. “Si hacemos una asamblea y dice que votemos a Artur Mas, como cualquier mandato que nos dé, lo obedeceremos. Somos sus representantes”, ha afirmado Baños, que ha recalcado que el debate de ayer no es la última palabra de la CUP. El diputado ha recordado que entre las opiniones de los militantes expresadas este domingo salieron varias opciones a relucir, entre ellas votar a Mas. La opinión mayoritaria de los militantes, sin embargo, sigue siendo mantener el veto, pero seguir con las negociaciones.
El no a Artur Mas, junto a la negativa de Junts pel Sí a ceder y retirar su candidato, hacen imposible el pacto y acerca Cataluña a unas nuevas elecciones, que quedarán convocadas automáticamente para marzo si el 10 de enero no hay presidente. “Entre Mas y marzo hay un gran espacio que es en el que trabajamos”; ha dicho Baños, que ha vuelto a pedir a la coalición vencedora a renunciar a su candidato.
El diputado de la CUP ha emplazado a seguir negociando. Según su relato, más allá de la investidura su formación y Junts pel Sí están avanzando en las conversaciones: “Entre Mas sí y Mas no hay una cantidad de cosas que estamos hablando y avanzando”, ha celebrado Baños, que ha insistido en que si hay un acuerdo en el plan de Gobierno la investidura es más fácil de desencallar: “Si nosotros cerramos acuerdos serios y comprometidos con el qué, el cómo y el cuándo evidentemente esto aligera la figura del quién, porque pese a que siempre hablamos de Mas sí o Mas no, siempre lo decimos: lo último sería que la CUP, tras tantos años de lucha, redujese todo a la figura de un nombre".
Pese a que la puerta sigue abierta, la posición en la mesa de negociaciones sigue siendo la misma: mantener el veto a Mas y pedir a Junts pel Sí “un presidente de consenso”, que en el vocabulario de la CUP significa alguien de la coalición que no despierte entre sus militantes los anticuerpos que genera Mas. “Un candidato que no genere tantos votos negativos”, en palabras de la diputada de la CUP Anna Gabriel, en Catalunya Ràdio, menos optimista que Baños en cuanto al acuerdo.
Según sus explicaciones, las negociaciones para un nuevo presupuesto, una de las condiciones más importantes en las conversaciones, están encalladas por las “líneas rojas” que pone Junts pel Sí: entre otras, no revertir privatizaciones. Gabriel también ha explicado que les está costando acceder a datos económicos sobre los pagos de la deuda que corresponden a la Generalitat y ha reiterado que “la CUP quiere aprobar unos Presupuestos que permitan aplicar las medidas del plan de choque social”.
Gabriel ha instado a Junts pel Sí a que haga “posible” el mandato del 27-S. Por ahora, ha dicho, no se ha tocado el tema de la presidencia en las tres mesas de negociación que mantienen con Junts pel Sí. Se debate sobre la forma del Gobierno y los anticapitalistas apuestan por un ejecutivo “que opere de forma más colegiada y mancomunada”. La CUP sí está de acuerdo en dividirlo en distintas áreas, siempre que no se las denomine como en los anteriores gobiernos autonómicos. El partido busca formas que ejemplifiquen la ruptura con la etapa anterior. “La CUP tiene la voluntad de seguir trabajando para que el acuerdo llegue porque cree en los resultados del 27-S, quiere hacer irreversible la ruptura con España”, ha afirmado.
La CUP someterá cualquier pacto al que llegue con la coalición entre CDC y ERC en una nueva asamblea, que podría ser el 12 o el 27 de diciembre. El nombre de Mas puede volver a estar sobre la mesa ese día, pero si los militantes no cambian su opinión, la formación seguirá inamovible en su veto y abocará Cataluña a unas nuevas elecciones.
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