Unos presupuestos para enamorar

Los presupuestos, como clave de bóveda de un programa de gobierno, deben ser el reflejo del cambio de prioridades que haga posible la transformación de Madrid. La garantía de las necesidades fundamentales de la ciudadanía marca el hilo conductor de la planificación a corto, medio y largo plazo de los ingresos y los gastos del Presupuesto General para 2016.

Por ello, en primer lugar, para este gobierno municipal, la suficiencia fiscal es el principio por el que deben regirse las Administraciones Públicas. Entendemos que no debemos gastar conforme recaudamos, sino que debemos recaudar en función de las necesidades y derechos que debemos satisfacer.

Nuestras prioridades se basan en la garantía de los derechos básicos y las necesidades más urgentes de la ciudadanía en situación de vulnerabilidad, por eso los programas de inversión social van a recibir un fuerte impulso el próximo año, creciendo en más de 123 millones de euros (+24,03%) con respecto a 2015. Equilibrar la desigualdad entre los diferentes barrios de la ciudad ha sido posible gracias a un incremento de la inversión en más de un 64% junto a una redistribución del gasto. Además, áreas como Cultura y Deporte, Medio Ambiente y Movilidad o Participación Ciudadana también constatan un crecimiento significativo.

Se trata de un cambio sustancial respecto a años anteriores en que los presupuestos se caracterizaban por los recortes en las políticas más sensibles y necesarias para la ciudadanía.

"No debemos gastar conforme recaudamos, sino que debemos recaudar en función de las necesidades y derechos que debemos satisfacer"

Ahora, la pregunta es: ¿cómo vamos a financiar esas nuevas políticas? De haber continuado la inercia marcada por el anterior gobierno del Ayuntamiento de Madrid, habríamos aumentado la fiscalidad de forma generalizada y nos habríamos continuado endeudando. Así habríamos contribuido a seguir construyendo un modelo de ciudad insostenible económica y medioambientalmente, además de ajeno a la realidad de la mayoría social.

La política del Partido Popular ha llevado a Madrid en los últimos quince años a liderar el ranking de endeudamiento de las corporaciones locales de todo el estado. Ese dudoso honor ha ido acompañado del fuerte incremento de los impuestos, especialmente del IBI que multiplicaron casi por tres en los últimos años.

Nosotras y nosotros hemos optado por reducir el dinero destinado al pago de gastos financieros y amortización de la deuda; además de por acometer una política fiscal redistributiva. Por ello, causa vergüenza ajena que los campeones de las subidas de impuestos y de la financiación con cargo a las generaciones futuras, se estremezcan ante el revolucionario planteamiento del actual equipo de gobierno que, como decíamos, lo que pretende hacer es destinar menos recursos a amortizar deuda y a pagar intereses.

"Madrid merecía unos presupuestos ilusionantes que demostraran que son posibles políticas alternativas a las que recortan"

En concreto, Madrid destinará 539 millones de euros menos al servicio de la deuda en 2016, una cantidad cercana al 43% inferior a lo efectivamente aplicado en 2015. Porque no tiene sentido realizar políticas de pago anticipado de la deuda mientras existan necesidades que cubrir.

Además, la herramienta fiscal va a ser el eje fundamental que nos permita garantizar los ingresos necesarios para la reorientación estratégica de la ciudad de Madrid. Con el objetivo fundamental de reorientar la fiscalidad municipal, priorizando la progresividad y el reparto más equitativo de los tributos municipales, el Ayuntamiento reducirá el próximo año un 7% el Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI). El 100% de los ciudadanos y ciudadanas de Madrid se beneficiarán de una medida política que supondrá un alivio a quienes están en peor situación económica. Aun así, la medida es ciertamente regresiva ya que beneficia en mayor importe a los propietarios con inmuebles de más valor catastral. Para compensar este impacto subiremos el IBI a los inmuebles de uso diferente al residencial y que están encuadrados en el tipo diferenciado, es decir, los de valores catastrales más elevados. Dicho incremento afectará al 0,31% de los recibos y oscilará entre el 7% y el 9%.

En definitiva, redistribuiremos la carga tributaria para que verdaderamente contribuyan más quienes más tienen. Nuestro objetivo es que la fiscalidad se rija por los principios de suficiencia, progresividad y justicia como eje imprescindible para reducir la desigualdad. La actuación sobre otras figuras tributarias como el Impuesto de Actividades Económicas o la Tasa sobre Generación de Residuos de Actividades Económicas completarán unas ordenanzas fiscales que permitirán recaudar más con un reparto más justo.

Estamos especialmente orgullosas y orgullosos del paso que hemos dado para que los Presupuestos de 2016 sean los primeros en los que Madrid hace un primer informe de impacto de género. Además, hemos aprobado recientemente la creación de una comisión de evaluación del impacto de género en los presupuestos que velará por la corrección de todos aquellos elementos que generen desigualdades. Esta es una modesta muestra de la gran importancia que la perspectiva de género tiene en nuestra concepción de la acción de gobierno.

"El actual equipo de gobierno que, como decíamos, lo que pretende hacer es destinar menos recursos a amortizar deuda y a pagar intereses"

Madrid y sus ciudadanas y ciudadanos merecían unos presupuestos ilusionantes que demostraran que son posibles políticas alternativas a las que recortan, a las que solo entienden de objetivos legales alejados la atención a los derechos básicos. No obstante, Ahora Madrid está en minoría y ni puede ni tampoco quiere culminar los Presupuestos de 2016 en solitario. Por ello, el acuerdo alcanzado con el PSOE para que este proyecto pueda salir adelante demuestra nuestra voluntad de alcanzar consensos en beneficio del interés general. Pero no nos conformamos con eso. Queremos enamorar a los grupos de la oposición y seguiremos trabajando para conseguirlo. Por eso les pedimos que abandonen el sentimiento de despecho y que se centren en elaborar enmiendas que mejoren nuestro planteamiento. Tan solo ponemos una condición y es que no generemos más endeudamiento y garanticemos las necesidades básicas de la mayoría. ¿Quién podría ver un problema en eso?

Carlos Sánchez Mato es concejal de Hacienda del Ayuntamiento de Madrid