Los grupos municipales, divididos ante la aplicación de la medida
Tanto el PSOE como el PP apoyan medidas de este tipo, aunque los populares critican la falta de información a la ciudadanía
Las prohibición de circular a más de 70 kilómetros por hora que el Ayuntamiento de Madrid ha puesto en marcha a partir de las 6.00 de este jueves ha obtenido el respaldo tanto del grupo municipal socialista como del grupo popular, pero con matices. Mientras el PSOE-M comparte de lleno la aplicación de la medida, el PP apoya la intención de paliar la contaminación, pero critica la manera en que se ha llevado a cabo la restricción del tráfico.
“El Grupo Municipal Socialista comparte la aplicación del protocolo para Episodios de Alta Contaminación Atmosférica. Está aprobado y debe cumplirse precisamente los días en los que los picos de contaminación afectan directamente a la salud de las personas”, se lee en una nota. “Dejar el coche en estos días para evitar problemas a la salud es un ejercicio de solidaridad”, Purificación Causapié, portavoz del grupo socialista. “Queremos que se mejore la calidad del aire todo el año y para ello tenemos que poner en marcha el Plan de Calidad del Aire. Si se trabaja bien la prevención, se podrán minimizar los picos de alerta”, ha añadido.
Borja Carabante, concejal del Partido Popular en el Ayuntamiento de Madrid especializado en temas de transporte, explica que su grupo “está de acuerdo con la medida que ha tomado el Ayuntamiento, pero no en la manera en la que se ha puesto en marcha”. Carabante critica “la falta de coordinación con las demás instituciones y la falta de información. Los ciudadanos no estaban informados y por eso se han quedado atascados mientras intentaban entrar en la ciudad cuando hubiesen podido evitar de coger el coche y utilizar el transporte público”.
El concejal, sin embargo, identifica en la flota de la EMT uno de las principales causas de la contaminación: “La flota de autobuses madrileños produce el 17% del total de las emisiones. Pero este año el presupuesto municipal para la empresa de transporte público ha disminuido”. Según los datos de la propia EMT, la empresa cuenta con 1.907 autobuses, de los que 1.094 utilizan motor diésel (un 50% de ellos cumplen la normativa Euro V o superior), cuatro vehículos híbridos, 793 propulsados por Gas Natural Comprimido y 20 de tracción eléctrica. “La flota de la EMT”, se lee en la página web de la empresa, “es una de las más modernas de Europa, con una edad media de 7,8 años, con vehículos que incorporan los últimos avances tecnológicos en materia de seguridad, confort y exigencias medioambientales”.
También Mario Arnaldo, presidente de Automovilistas Europeos, una asociación sin ánimo de lucro que reúne 50.000 conductores privados en España y 15.000 en Madrid, ve en la antigüedad del parque de vehículos madrileños el principal motivo de la contaminación: “El 50% de los coches que circulan por Madrid tiene más de 11 años, y un coche tan antiguo contamina 20 veces más que uno producido hoy en día. Pero los incentivos para comprar coches más modernos tiene que tienen que activarse a nivel nacional, el Ayuntamiento casi no tiene poder en este sentido”.
Arnaldo explica que la medida puesta en marcha por el Ayuntamiento no tiene eficacia, ya que la contaminación depende de régimen de vueltas del motor y no de la velocidad: “Un coche parado y con el acelerador apretado a todo gas puede consumir más que uno en marcha a 70 kilómetros horarios”. Sostiene además que la medida del Ayuntamiento ha tenido un efecto disuasorio, “ya que se ha reducido el número de coches que entraban en la ciudad, o bien porque algunos usuarios han compartido el mismo vehículo, o bien porque han preferido utilizar el transporte público”.
Pero muchos de los conductores que no han renunciado al coche no han respectado la restricción: “Miembros de la asociación han estado esta mañana en las carreteras A-6, A-1 y A-5. Los conductores mantenían una velocidad superior a los 70 kilómetros por horas”. El presidente de Automovilistas Europeos achaca este despiste al tipo de señales utilizadas para informar a los usuarios del nuevo límite de velocidad: “Los automovilistas tienen los señales verticales como referencia y no están acostumbrados a que las pantallas luminosas de los pórticos transmitan una prohibición, que además contradice la de los señales tradicionales”.
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