El PSC y Colau pactan que los pisos de mayor valor catastral paguen más IBI

Que pague más quien más tenga. Con esta filosofía el grupo municipal del PSC en el Ayuntamiento de Barcelona ha adelantado a Barcelona en Comú por la izquierda y ha pactado con el ejecutivo de la alcaldesa Ada Colau que las futuras ordenanzas fiscales contemplen una subida del Impuesto de Bienes Inmuebles para las viviendas de mayor valor catastral. Es la condición que el jefe de filas de los socialistas, Jaume Collboni, ha impuesto como condición para aprobar la tramitación de las ordenanzas. Un proyecto que contemplaba la congelación del impuesto para todo el mundo y que el gobierno municipal tuvo que retirar del último pleno por falta de apoyo.

"Nosotros siempre hemos defendido una fiscalidad valiente y progresiva, nunca daremos apoyo a congelar el IBI a los más ricos de la ciudad", ha argumentado Collboni. El socialista ha precisado que el voto favorable a la tramitación de las ordenanzas no significa que su grupo vote afirmativamente al proyecto definitivo. Colau cuenta con el sí de la CUP, pero le falta el sí de ERC, que todavía no se ha pronunciado. "Creemos que tendremos su apoyo", ha afirmado el primer teniente de alcalde y responsable de Economía, Gerardo Pisarello. Sea como sea, y porque el tiempo aprieta y las ordenanzas deben ser aprobadas en el último pleno de diciembre, el gobierno ha reservado el lunes próximo para celebrar el pleno extraordinario y darles trámite.

El acuerdo prevé que los pisos de entre 100.000 y 300.000 euros de valor catastral paguen un 3,9% más; y los de más de 300.000, un 5% más

El acuerdo entre el PSC y Barcelona en Comú prevé congelar el recibo del IBI a las viviendas de hasta 100.000 de valor catastral, que son el 79% del total, y que paguen más los propietarios de pisos más valiosos. En concreto, los pisos de entre 100.000 y 300.000 euros, el 19% del parque, pagarán de media un 3,9% más de IBI; y los de más de 300.000 euros (el 2%), abonarán de media un 5% más. "Esta propuesta se acerca más a la política económica de Barcelona en comú", ha manifestado Pisarello, que ha admitido que plantearon unas ordenanzas abiertas a cambios.

Además de la progresividad del IBI, PSC y BComú han acordado destinar los 8,4 millones que se recauden de más a eximir un año de impuestos a los autónomos que presenten un plan de empresa avalado por Barcelona Activa; y apoyar a las industrias culturales cuyos beneficios reviertan en la ciudad. Collboni ha asegurado que si las nuevas ordenanzas siguen su camino, a la hora de precisar los impuestos pondrán como condición una fiscalidad ecológica, en cuestiones de movilidad y medidas de estímulo al transporte público.

Este martes también ha comparecido para hablar de cuestiones económicas la presidenta del grupo municipal de Ciutadans, Carina Mejías. Sobre ordenanzas fiscales ha afirmado que no tienen decidido el voto, aunque se ha vuelto a mostrar partidaria de reducir la presión fiscal "en la ciudad con los impuestos más caros de España". Sobre el futuro proyecto de presupuestos, Mejías exige que cuenten con un plan de inversiones a cuatro años, un plan de vivienda social, otro para familias en riesgo de exclusión con menores a cargo, mayor dotación para la atención domiciliaria y un programa de prevención de conductas de riesgo en menores y adolescentes.