Choque entre Barcelona y la Generalitat por los refugiados
El comité catalán le afea a Colau que presentara un plan de acogida sin contar con ellos
La acogida de los refugiados enfrentó ayer al Ayuntamiento de Barcelona y al Comité de Acogida que agrupa al Gobierno catalán, las entidades y otras Administraciones. En el comité sentó mal que el Gobierno de Ada Colau presentara su propio esquema de acogida, con vocación catalana, ignorando las gestiones de la Generalitat. El Consistorio aseguró a última hora de ayer que su idea “es un punto de partida” y que la expondrá ante el resto del comité.
Tenemos mucho, mucho trabajo para discutir sobre quién anuncia qué primero”, lamentó el representante de una entidad, que pertenece al Comité de Acogida y que prefiere el anonimato para no añadir ruido. “Damos una imagen de des coordinación, justo lo que no queríamos”, confesó otro.
"No se sabe aún cuándo ni cuántos refugiados recibiremos", dice Miret
Colau reivindicó en una nota su voluntad de “máxima colaboración institucional”, después de un día de tensión tanto en Sant Jaume como en la sede del Departamento de Bienestar Social. El Ayuntamiento presentó el martes su dispositivo de primera acogida, bajo la premisa de que unas 600 personas se quedarían en Barcelona, citando cálculos de las entidades. Su primera estación después de llegar a la ciudad sería el Fòrum, donde les atenderían los especialistas del CUESB. Después se les enviaría a otros sitios.
“Barcelona tendría que ser el punto de encuentro de las personas destinadas a Cataluña. De esta manera se podría garantizar una atención homogénea”, dice el texto del Consistorio. Colau fue la pionera en proponer un papel activo de los Ayuntamientos en la acogida de los desplazados por las guerras de Siria y otras zonas del planeta.
La Generalitat, sin embargo, se enteró de este plan por la prensa, explicó ayer Àngel Miret, coordinador del comité catalán y ex gerente del Área Social del Consistorio durante el Gobierno de CiU. La hoja de ruta dibujada por entidades como la Cruz Roja o la Comisión Catalana de Ayuda al Refugiado es diferente. El primer punto de acogida sería un ala de la Casa Bloc, en Sant Andreu, donde antes vivían las viudas de militares. Allí hay 200 plazas de alojamiento. De allí se repartirían por Cataluña de acuerdo a sus perfiles. “Sin saber la cifra final no podemos saber cuántos se quedarán en Barcelona”, agregó.
“No hay una relación de bilateralidad entre la Unión Europea y Barcelona. Estas personas llegarán a España y es el Estado español el que decidirá quién llega a Cataluña”, enfatizó Miret. "No se sabe aún cuándo ni cuántos refugiados recibiremos", añadió. En lo que sí coincidieron ambas partes es en la necesidad de que el Ministerio del Interior agilice los trámites de las personas solicitantes de asilo que ya se encuentran en la ciudad o que están a la espera de una cita. Colau, por su parte, invitó a un miembro de cada grupo municipal al viaje a zonas de entrada de refugiados en Europa.
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