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Colau salva el primer intento de reprobación de la oposición

Convergència suma sus votos a los del PP y Ciudadanos, que acusan al Gobierno municipal de falta de diálogo

Clara Blanchar
Ada Colau, ayer entrando en la sala del plenos del Ayuntamiento de Barcelona.
Ada Colau, ayer entrando en la sala del plenos del Ayuntamiento de Barcelona.ALBERT GARCIA

El Gobierno municipal de Ada Colau salvó ayer por los pelos el primer intento de reprobación de su gestión en los primeros 100 días de mandato. CiU y Ciudadanos votaron a favor de la proposición del PP que llamaba a “expresar contrariedad por la actuación del Gobierno municipal”. Sumaron 18 concejales. Uno menos que los 19 de Barcelona en Comú, ERC y la CUP. El PSC se abstuvo. Un resultado que muestra dos bloques claros: la derecha y Ciudadanos; y el Gobierno y sus posibles socios. El de ayer fue el primer pleno ordinario tras los de julio: el de cartapacio y los extraordinarios que forzó la oposición. Como entonces, Colau escuchó ayer constantes reproches de falta de diálogo.

Fue un pleno más tranquilo de lo que cabía esperar siendo el primero del mandato; en parte porque no hubo grandes temas en la parte decisoria. Y cuestiones como la aprobación definitiva, por silencio administrativo, del planeamiento que permitirá la apertura de una macrotienda de la cadena H&M, ya se conocía. Ni siquiera hubo tensión en el cara a cara entre la alcaldesa y el exalcalde Xavier Trias a propósito de cómo evitar espectáculos como la guerra de banderas del día de la Mercè. Trias exigió a Colau que ejerza autoridad y ésta le respondió que cada uno es mayor para saber cómo debe comportarse.

Mucho más cargadas de contenido y tensión política fueron las comisiones de plenario de la semana pasada, donde sí se aprobaron inicialmente cuestiones de calado como destinar 96 millones del superávit a políticas sociales y mejoras urbanísticas. O replantearse el nombre de 12 calles de referencias borbónicas.

Parón en las empresas

De hecho, ayer la primera ofensiva contra la política de Colau y su equipo se produjo en la proposición de CiU instando el nombramiento urgente del Consejo de Administración de BSM, la gran empresa municipal que gestiona los aparcamientos, el Zoo, el Tibidabo o los cementerios. El consejo todavía no se ha convocado después de las elecciones, aunque se convocó justo cuando CiU alertó de que la reunión que se llegó a convocar fue suspendida.

 El concejal de CiU Joaquim Forn acusó a Colau de sembrar la “incertidumbre” y de ser incapaz de “buscar consensos”, una actitud que desemboca en “parálisis”, afirmó. También de “parálisis” habló la socialista Montserrat Ballarín: “En 100 días no han sido capaces ni de poner en marcha consejos de administración. Parece que no sepan lo que tienen entre manos”. “Tiene una minoría que no puede utilizar como si tuviera mayoría absoluta”, espetó Javier Mulleras a Colau.

El primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, defendió “la capacidad gestora del Gobierno en las empresas municipales” y que “la oposición debe tener funciones de control y fiscalización, pero no en los instrumentos ejecutivos. A los constantes recordatorios de que Barcelona en Comú gobierna en minoría con solo 11 concejales, el número dos de Colau respondió: “El Gobierno es minoritario, pero ha ganado las elecciones y otros las han perdido”.

Llegó el intento de reprobación promovido por el PP y el presidente del grupo, Alberto Fernández Díaz, se despachó acusando a Colau y Barcelona en Comú de repartir 50.000 folletos explicando la obra de gobierno “y no hacer balance aquí [en el salón de plenos]“. El popular acusó a Colau de “paralizarlo todo”, y citó la moratoria de licencias turísticas o Can Vies. Desde CiU, Forn alertó a la alcaldesa de la “pérdida de oportunidades” que su gestión ocasiona. En la misma línea, la presidenta del grupo de Ciutadans, Carina Mejías, afirmó que “no miden las consecuencias gravísimas” de sus decisiones.

Colau encontró aliados en ERC —Jordi Coronas empleó su tiempo en criticar al PP—, y la CUP, cuyo concejal Josep Garganté aseguró que está “aburrido del cinismo de PP y CiU”. Vital fue también la abstención del PSC: la concejal Carmen Andrés afirmó que los socialistas están “decepcionados”. “Pero damos margen”, zanjó.

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Sobre la firma

Clara Blanchar
Centrada en la información sobre Barcelona, la política municipal, la ciudad y sus conflictos son su materia prima. Especializada en temas de urbanismo, movilidad, movimientos sociales y vivienda, ha trabajado en las secciones de economía, política y deportes. Es licenciada por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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