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Ribó investiga el acoso a la familia que pidió más clases de castellano

El Síndic exige que se respete la intimidad de los menores

Alfonso L. Congostrina
Inicio de curso en  la escuela Gaspar de Portolà de Balaguer.
Inicio de curso en la escuela Gaspar de Portolà de Balaguer. JAVIER MARTIN

El Síndic de Greuges ha pedido al departamento de Enseñanza información sobre las medidas que se han adoptado durante estos últimos días para “poner fin a los presuntos actos de acoso” dirigidos contra la familia de Balaguer (Noguera) que pidió un incremento de clases de castellano.

El defensor del pueblo catalán asegura, mediante un comunicado, que ha conocido el caso gracias a los medios de comunicación. Rafael Ribó asegura que ha podido leer que los padres de estos niños consiguieron -gracias a una sentencia- un aumento de las clases en castellano y que finalmente han decidido cambiarlos de colegio para “no exponer a los niños a la presión social, preservar su intimidad e inocencia y alejarlos de cualquier tipo de acusaciones y persecuciones".

El Síndic ha exigido el respeto a la intimidad de los menores y ha pedido a la Generalitat informes sobre la actuación del centro escolar tras darse a conocer la sentencia y qué medidas se adoptaron para proteger la intimidad de los menores.

El defensor del pueblo asegura que “la reclamación de derechos o la disconformidad con una decisión judicial debe ser compatible con el pleno y absoluto respeto a los derechos de los niños”. Ribó además ha exigido a todos los miembros de la comunidad educativa “que adopten las medidas necesarias para prevenir y poner fin a cualquier forma de acoso”.

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