Detenido un hombre de 83 años por el gran incendio del verano en Galicia

El fuego forestal que arrasó más de 3.180 hectáreas (cifra de la Xunta) en la Serra do Larouco, el mayor incendio del verano en Galicia, empezó pasado el mediodía del 30 en Saceda (Cualedro) supuestamente de la mano de un hombre de 83 años que ha sido detenido esta tarde por la Guardia Civil y ahora aguarda a pasar a disposición del juzgado de Instrucción de Verín antes de que acabe el día. Los agentes lo consideran autor de un delito de incendio que mantuvo en vilo hasta ayer a cuatro municipios (Xinzo, Cualedro, Baltar, Trasmiras) y 22 núcleos de población, que obligó a desalojar tres pueblos y afectó un par de alpendres, cinco granjas de pavos en Vilela y dos motobombas de extinción. De momento, ni rastro de la trama de "terroristas ecológicos organizados" a la que apuntaba ayer mismo el alcalde popular de Xinzo de Limia, Antonio Pérez.

G.A.A., de 83 años, residente en Cualedro, ha sido arrestado después de que los investigadores recabasen información de otros vecinos y de que se encontrasen siete artefactos supuestamente incediarios en el área calcinada. La detención ha tenido lugar el mismo día en que Núñez Feijóo, con la tierra negra aún humeante en las aldeas, ha visitado la zona cargado de promesas de ayuda para los cuatro municipios, todos en manos del PP. Los alcaldes han echado sus propias cuentas, al margen de la consellería, y defienden que es una superficie mayor la que ha quedado arrasada después de cuatro días en llamas.

El fuego, considerado de alto riesgo por la proximidad a núcleos poblados, devastó grandes extensiones de monte, pastos de los que se alimenta el ganado de la zona, parcelas replantadas de árboles, obligó a cortar varias carreteras, incluida una vía de comunicación con Portugal, y amenazó en Cualedro las localidades de Saceda, Pedrosa, Lucenza, Lamalonga, Muimenta y Vilela. También se aproximó a varias poblaciones de Xinzo, como Gudín, Novás y Cebreiro, de Baltar y de Trasmiras, como Vilardelebres y Serralleira. El alcalde de Xinzo, a la vez que apuntaba a la existencia de una trama terrorista, pedía que se siguiese la pista de un Ford de color negro que, según él, siempre aparecía aparcado sospechosamente cerca de los focos del incendio.