Imágenes desde el horror

Ha pasado casi un año y medio desde que el fotógrafo freelance Ricard García Vilanova recuperó la libertad, tras pasar 194 días en manos de militantes del Isis (Islamic State of Iraq and Syria), que le habían secuestrado junto con el periodista Javier Espinosa, el 16 de septiembre 2013. Por aquel entonces García Vilanova era el único periodista español en haber estado en Siria desde el inicio del conflicto, en noviembre de 2011, cuando entró para documentar las primeras manifestaciones de la denominada Primavera Árabe. También fue testigo de la sangrienta represión ordenada por el presidente Bachar al-Assad, de los combates cada vez más encarnizados y de la aparición de Isis en abril de 2013.

Las imágenes de aquellos meses de lucha y terror se pueden ver en La Virreina Centro de la Imagen, en la exposición Destellos en la oscuridad (Siria, 2011-2015), que reúne 42 fotografías y 10 vídeos. “Mis fotos relatan la evolución del conflicto desde la perspectiva de los más afectados, los civiles y especialmente los niños. Empezaron a matarlos con los francotiradores y luego llegaron los tanques y las bombas. Más allá de los picos informativos el conflicto de Siria ya se ha cobrado 215.000 muertos y siete millones de desplazados”, explica García Vilanova, a punto de salir hacia Chad para documentar el trabajo de Médicos sin Fronteras.

Aunque tiene muy clara la diferencia entre activismo y periodismo, García Vilanova no niega que en determinadas situaciones es imposible mantener la objetividad. Considera su secuestro “un incidente de trabajo” y nunca se ha planteado “no volver a subir al andamio”. Desde que realizó junto con Alberto Arce, el documental Misrata: vencer o morir (2011), ganador del prestigioso premio Rory Peck, en memoria del reportero independiente asesinado en Moscú en 1993, García Vilanova trabaja simultáneamente con la imagen fija y la imagen en movimiento. Por ello ha construido un sistema que le permite sujetar y enfocar las dos cámaras al mismo tiempo. “Como Capa también García Vilanova considera que si tus fotos no son suficientemente buenas es porque no te has acercado bastante”, asegura Ricard Mas, comisario de la muestra abierta hasta el 18 de octubre. Y los colores fuertes y el enfoque lateral de las fotos no dejan dudas de que García Villalta se acerca lo máximo posible a su objetivo, sin ningún otro freno más allá de lo que impone el respeto por las personas. “Intento no hacer nada que me molestara si me lo hicieran a mi”, concluye.