La izquierda “limpia” el rastro de Albiol en Badalona
El nuevo gobierno destierra el “racismo institucional”, da un giro social y cambia el enfoque de las relaciones Cataluña-España
La alcaldesa de Badalona, Dolors Sabater, lo advirtió en la campaña electoral: “La limpieza más importante que hay que hacer es la del PP”. Era la respuesta al polémico lema (“Limpiando Badalona”) que eligió el entonces alcalde, el popular Xavier García Albiol, y que le valió, una vez más, críticas por “racista”. Guanyem Badalona, la coalición de izquierdas que gobierna la ciudad, nació para expulsar a Albiol del poder. Lo consiguió. En solo un mes y medio, ha empezado a borrar todo rastro del hombre que, desde ayer, opta a presidir la Generalitat y que, durante cuatro años, dio al PP su mayor bastión municipal en Cataluña.
El edificio del Viver, que alberga las oficinas municipales, fue escenario el martes de una visita que, con Albiol, jamás se habría producido. La alcaldesa recibió al “activista” Sergi Hernández, condenado por el Tribunal Supremo a tres años de prisión por unas agresiones durante un concierto organizado por grupos neonazis. Hernández se considera víctima de la “represión política” contra “una persona que se manifiesta contra el fascismo y el racismo”. Y ha logrado que el Ayuntamiento se adhiera a la campaña "Sergi llibertat", por la que pide el indulto.
En sus primeras semanas como alcaldesa, Sabater ha mantenido encuentros y ha tomado decisiones que dan pistas sobre el cambio de rumbo que pretende imprimir a la ciudad, y que pasan por suprimir el legado albiolista. Sabater ha recibido a niños palestinos procedentes de campos de refugiados en Cisjordania; ha apoyado a los trabajadores de la empresa Zanon en Barcelona; y hoy mismo, se reúne con representantes de Bankia para “analizar las necesidades de vivienda social” en la ciudad.
Como alcalde, Albiol funcionó un poco a su aire, sin atender demasiado a las circunstancias de su partido. Expresó a menudo, por ejemplo, su preocupación por la crisis y la falta de oportunidades que azota a las familias. Guanyem Badalona cree que la supuesta sensibilidad social de Albiol no fue tal y denuncian que nunca puso en marcha un programa de ayudas como el que ellos defienden. Entre las “24 medidas para las primeras 24 semanas” de su programa, destaca que sus concejales harán “actos de desobediencia” para impedir nuevos desalojos; que el Ayuntamiento creará “un fondo social de emergencia” para luchar contra la pobreza y que implantará la “gratuidad absoluta” de la educación para las rentas bajas.
Tras ser investida con el apoyo de PSC, ERC, ICV y CiU, Sabater prometió gobernar “sin excluir a nadie por su origen, creencia voto o ideología política”. La lucha contra la “xenofobia institucional” que atribuye a Albiol fue, de hecho, la razón de ser de la coalición de izquierdas y lo primero que esta pretende desterrar. Ante la “islamofobia” del candidato popular -que prohibió rezar a los musulmanes en la calle y lanzó invectivas contra el colectivo- Guanyem Badalona respondió situando en sus listas a la marroquí Fátima Taleb. La mujer, de 39 años, se ha convertido en la primera concejal musulmana de la ciudad.
Albiol exhibió mano dura con la inmigración, que vinculó siempre a los problemas de delincuencia e incivismo que sufren algunos barrios de la ciudad. Sabater quiere cambiar la forma de enfocar estos problemas. Como primera medida, anunció la disolución de la Unidad Omega, una suerte de antidisturbios de la policía local. Ya desde la oposición, Albiol criticó la medida y aseguró que los 15 policías destinados a esa unidad “garantizaban el orden en situaciones complejas”. La coalición también ha anunciado su intención de derogar la ordenanza de civismo, porque “no puede tener un fin recaudatorio”.
Sabater es consciente de que Albiol supo ganarse a una parte importante de los vecinos recorriendo las calles y reuniéndose a menudo con las asociaciones de vecinos. El candidato del PP ganó, de hecho, las elecciones municipales con diez concejales (quedó a tres de la mayoría absoluta) y se impuso en 30 de los 34 barrios. La alcaldesa no quiere desconectar de la calle -como le ocurrió al último gobierno del PSC- y por eso, el mismo día de su investidura, paseó por algunos barrios de la periferia, los que tienen más necesidades sociales.
Desde la oposición, Albiol fue una auténtica pesadilla para los sucesivos alcaldes y alcaldesas del PSC. Fuera del poder, y tras su paso por la alcaldía, amenazaba con ser una losa demasiado pesada. Por eso su candidatura a la presidencia de la Generalitat supone un alivio (al menos, parcial) para Sabater y su equipo, ya que Albiol tendrá que centrar sus esfuerzos en la campaña de las autonómicas. Guanyem Badalona saludó ayer el anuncio con un comunicado cargado de ironía: “Lo sentimos, de todo corazón, pero era estrictamente necesario. Os colocamos a Xavier García Albiol (…) Os podemos asegurar que os divertiréis mucho (…) Le podréis ver apatrullando el país con gabardina y sombrero, al más puro estilo mafioso americano de los años 30”.
El triunfo de la izquierda aún escuece en el PP. Albiol reivindicó su victoria, advirtió contra un “pacto de perdedores” y pidió al PSC que no apoyara la entrada en el gobierno municipal de “un partido independentista radical”, en alusión a la CUP, integrada en la confluencia de Guanyem Badalona. El exalcalde intentó aferrarse al poder incendiando las redes sociales y llamando a los vecinos a manifestarse... Pero la decisión ya estaba tomada y tuvo que volver a la oposición, donde había pasado 20 años de su carrera política (1991-2011).
Otra circunstancia que marca el fin de la era Albiol es el enfoque de la relación entre Cataluña y España. Si el exalcalde popular había reivindicado la españolidad de Badalona a través del deporte -instaló pantallas gigantes para la final de la Eurocopa de 2012, propuso que la ciudad acoja, en el futuro, la Copa del Rey de baloncesto-, Sabater está comprometida con el proceso soberanista. En su investidura, prometió guardar la Constitución “hasta que el pueblo trabajador de Cataluña, ejerciendo su voluntad democrática, decida construir la república catalana más libre, soberana y justa socialmente”.
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