Cataluña recupera relaciones con Baleares tras la llegada de la izquierda

Entre las Baleares y Cataluña, según Ferran Mascarell, consejero de Cultura de la Generalitat, han existido “demasiadas puertas cerradas” en los últimos tiempos, coincidiendo con la etapa del Gobierno balear del PP de José Ramón Bauzá (2011-2015). El político catalán viajó hoy a Palma para celebrar una sesión de trabajo con los nuevos gobernantes de la izquierda isleña, PSOE-Més, que cuentan con el apoyo exterior de Podemos. En una cita bilateral y tras una rueda de prensa con dos consejeros baleares, Marc Pons, de Presidencia, y Esperança Camps, de Cultura, Mascarell quiso efectuar un gesto político y simbólico, de sintonía y reencuentro en el ámbito de una posible cooperación cultural.

Mascarell, político e intelectual catalán, que pasó de ser una de las figuras institucionales del PSC a colaborar con el proyecto de Artur Mas de CDC, desde la sede del Gobierno de Baleares, quiso evidenciar que algunas cosas han cambiado políticamente y que los dos Gobiernos restablecerán relaciones de colaboración cultural y tenderán “puentes”.

El motivo del acercamiento radica en hacer crecer el mercado cultural común de Cataluña y Baleares de manera transversal y en potenciar los autores, grupos y producciones baleares en el mercado global. “Sumando somos más y somos más fuertes” para la proyección cultural, resaltó el consejero catalán.

"Se han abierto muchas puertas", sintetizó Mascarell al celebrar que Baleares entre otra vez en el Institut Ramon Llull, la plataforma de difusión de la lengua y culturas catalanas, impulsada en 2002 por la Generalitat de Jordi Pujol y el primer Ejecutivo balear de la izquierda de Baleares, con Francesc Antich del PSOE al frente. En 2012, el entonces presidente de Baleares, José Ramón Bauzá, decidió por razones políticas y de giró cultural la ruptura con el Instituto Ramon Llull y adujo cuestiones económicas para salir de la entidad cultural.

Mascarell habló de "la cultura de las islas" y en paralelo de "la cultura de nuestro país". El nuevo Gobierno balear de Francina Armengol anunció que se reintegrará en el Llull, eliminó la normativa del PP que diluía el peso del catalán en las escuelas en el trilingüismo (castellano, inglés catalán) y reintroducirá la obligación de conocer el catalán para participar en las oposiciones de funcionario. El PP dejó este requisito en mérito puntuable. Además la izquierda balear anuló la ley de símbolos que vetó el uso de banderas y lazos con las cuatro barras catalanas en las escuelas para vindicar la identidad y la defensa de la lengua autóctona y, especialmente, expresar la protesta contra el recorte en la normalización lingüística aplicado por el PP. La izquierda quiere recuperar, además, las emisiones en Baleares del los canales de televisión en catalán, 3/24, Canal 33, que se perdieron en una reforma de frecuencias de TDT meses atrás.

Además, Cataluña y Baleares, quieren restablecer "vínculos fuertes" culturales mediante un convenio de colaboración, que probablemente se firmaría en septiembre, en época preelectoral en Cataluña. Antes del acuerdo formal se deberá encontrar "la arquitectura institucional" para rehacer la estructura actual del Institut Llull,  "retomar la relación entre ambas Administraciones y acercar posturas en materia cultural", según el comunicado oficial del Gobierno de Baleares.