Los pacientes del Sanatorio Esquerdo piden que no se cierre la clínica
60 enfermos defienden el buen trato del centro en un comunicado remitido a la Comunidad
Después de que la Comunidad de Madrid abriera a última hora del jueves un expediente sancionador y ordenara el cierre cautelar del Sanatorio Esquerdo, una clínica psiquiátrica de la capital, más de 60 pacientes —del total de 85— defendieron ayer el “buen trato” recibido y pidieron en un comunicado al Gobierno regional que no se cierre el centro. La Consejería de Sanidad detectó en dos inspecciones —la última el pasado jueves— "múltiples irregularidades", entre las que figuran carecer de un plan de incendios, entre otras medidas de seguridad, y no contar con el personal sanitario adecuado. En total, fueron 14 las deficiencias encontradas
"Es cierto que el centro tiene algún problema en lo que se refiere a estructura, pero es perfectamente subsanable. Nuestro objetivo es que no salga ningún paciente de esta clínica. Hay personas que llevan hasta 24 años ingresados y esta es su casa y su familia y dejarla puede ser un shock tremendo", dice Eugenio Gariglio, portavoz de la plataforma de pacientes constituida en la mañana de ayer para protestar por el cierre del Sanatorio Esquerdo.
En la plataforma, como en el comunicado, participaron más de 60 del total de 85 enfermos que tiene el centro. "Firmamos los que estábamos en condiciones. Algunos no pudieron al estar ingresados o fuera del sanatorio esta mañana [por la del viernes]", explica Gariglio.
Todos los pacientes tendrán que ser reubicados en otras clínicas en un plazo máximo de 15 días, según el comunicado emitido el pasado jueves por la Consejería. Según la misma nota, Sanidad está poniéndose en contacto con los familiares de los enfermos "para que conozcan la situación en la que se encontraban las instalaciones". "Han empezado a llamar a los familiares por la tarde. Hay algunos enfermos que están fatal. Alguno ha dicho, incluso, que prefiere morirse a dejar el centro. Espero que no pase ninguna desgracia", dice Juana García, que acude regularmente a la clínica desde 2012 y se ha encargado, junto con Gariglio, de redactar el comunicado.
Gariglio, sin embargo, llegó un año después, en 2013, para tratarse de una depresión. "Nos sorprende que la Comunidad diga que está en peligro la seguridad de los pacientes y que el personal no es el adecuado. Todos —médicos, enfermeras, auxiliares, psicólogos, psiquiatras, etc— son más que profesionales; no tenemos ninguna queja porque estamos perfectamente asistidos", replica.
La plataforma tiene pensado seguir protestando si la Comunidad no da marcha atrás y continúa con la paralización del centro. "Un traslado implica cambiar de profesionales, y todos queremos que nos atiendan nuestros psiquiatras y nuestros médicos cuando nos encontramos mal", expone Gariglio. El próximo paso será poner pancartas en las rejas que rodean a la zona ajardinada de la clínica y buscar apoyo tanto en partidos políticos como en sindicatos y asociaciones.
La noticia de la paralización del centro fue corriendo de boca en boca entre los pacientes desde la noche del jueves hasta la mañana de ayer. "Esto es como un desahucio. A un paciente, que estaba muy mal, le ha dado un ataque de ansiedad fortísimo cuando se ha enterado del cierre. Decía que no quería irse de aquí, que es su casa, y todavía siguen atendiéndolo varios médicos", contaba García a las tres del mediodía de ayer.
Irregularidades repetidas
El Sanatorio Esquerdo, que fue inaugurado en 1877 en Carabanchel, lleva el nombre de su fundador, el psiquiatra y político José María Esquerdo. Las primeras inspecciones de Sanidad en el centro se realizaron en 2009, "siendo objeto de distintos requerimientos para subsanar deficiencias, que no fueron debidamente atendidas", señala Sanidad, que añade que recibió a principios de 2015 la reclamación de un familiar "por mala praxis de un profesional, lo que dio lugar a una inspección, que constató irregularidades".
Sanidad hizo un requerimiento en el mes de marzo para que se subsanaran las deficiencias detectadas. En la inspección del pasado jueves constató que solo se habían arreglado problemas menores y que las deficiencias de seguridad seguían existiendo.
Según informa en su página web, el centro "ofrece atención médica 24 horas" en un edificio de 11.000 metros cuadrados rodeado de una zona ajardinada. EL PAÍS intentó, sin éxito, hablar con alguno de sus responsables, pero desde la clínica informaron de que hasta el lunes no harán ningún comunicado.
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