La curva de Angrois se sumerge en el silencio
Víctimas y familiares se reúnen en el lugar del accidente a la misma hora en que el tren Alvia descarriló hace dos años
El traqueteo del tren Alvia a su paso puntual por el lugar fue el único sonido que se escuchó en la curva de Angrois este 24 de julio a las 20.41 horas, el momento exacto en que hace dos años un convoy similar descarrilaba allí dejando sobre las vías 79 vidas y 150 heridos. Hoy, como el año pasado, coincidiendo con el aniversario de la tragedia, víctimas y familiares de fallecidos se concentraron allí para recordar a los que ya no están y reclamar justicia. Lo hicieron junto a la curva, en la explanada en la que se siguen celebrando las fiestas patronales de este barrio de Santiago cada primer fin de semana de julio. Donde acabó cayendo uno de los vagones del tren y donde prestaron los primeros socorros a los heridos esos mismos vecinos que ayer seguían ofreciendo un hombro o una mano.
El homenaje a los fallecidos junto a las vías de Angrois pretendía ser un acto íntimo, de las víctimas y sus familiares, pero acabó congregando a varios cientos de personas, tal vez algunas menos que el año pasado. Buena parte de ellos llegaron caminando desde la iglesia colegiata del Sar, a kilómetro y medio de distancia, donde previamente se había celebrado una misa.Ya en la curva, se leyeron poemas, se reclamó justicia, se colocaron flores, se derramaron lágrimas y se acabó guardando silencio al paso del tren Alvia por el lugar.
Más ruidosa fue por la mañana la concentración que medio centenar de víctimas y familiares realizaron en la plaza del Obradoiro, frente a la catedral de Santiago, en la que se escucharon gritos de indignación. Apoyados por varios dirigentes de BNG, Esquerda Unida, Podemos y Anova, entre ellos el alcalde de Santiago, Martiño Noriega, las dos asociaciones de víctimas del siniestro volvieron a reclamar una comisión de investigación parlamentaria, que PP y PSOE se niegan a abrir, y pidieron que no se cierre en falso la instrucción judicial, en la que se amparan ambos partidos y que se encuentra estancada desde hace unos meses. “Verdad, justicia y reparación, y en ese orden”, fueron las demandas que enumeró Arturo Domínguez, portavoz de los afectados. Lo hizo al tiempo que el cielo de Compostela, tras bastantes días despejado, comenzaba a humedecerse, como hace dos años cuando descarriló el tren. Soportando la lluvia, aguantando su tristeza en medio de la alegría de miles de peregrinos que iban llegando a la catedral en la víspera del Día de Galicia, permanecieron las víctimas varias horas para que no se les olvide y pedir que el silencio sea solo una forma de expresar respeto, no un modo de olvidar.
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